Please Open Your Camera (Tomarry)

Please Open Your Camera

Please Open Your Camera

Por FujiRouge

Traducción por Alyssa S.

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Nota de autor, FujiRouge:

Para Limonium.

La mayoría de las ideas vienen de Limonium, ¡Dios la bendiga por dejarme escribir esto!

No estoy familiarizade con ZOOM, mis clases son por Google Meet, así que opté por escribir eso en su lugar.

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Cuando terminó el periodo vacacional y comenzaron las clases en línea, la mayoría de los estudiantes esperaban que les enseñe un profesor con arrugas que indicaran su edad y una voz tan apagada, tan desinteresada, que quizás hubieran pensado que odiaba su trabajo. Lo que realmente obtuvieron fue al profesor Tom Ryddle.

Tom Ryddle –o como le gustaba que le digan, Profesor Ryddle-, era un hombre de unos 40 que se veía demasiado bien para ser tan viejo. De ojos azules que mostraban un sabio intelecto, rizos color avellana recorriendo un lado de su rostro y un gusto distinto a todo lo que podía llamarse vestimenta informal.

De hecho, desde el primer día, nadie vio a Ryddle con nada más que trajes ajustados que lo hacían parecer más un hombre de negocios que un profesor de ciencias común.

Aunque Tom era todo menos común.

Era encantador, enseñaba los temas como si fuera lo más interesante del mundo cuando en realidad solo se trataba de una clase de placas tectónicas y terremotos, pero los alumnos se sintieron interesados y encantados de la forma en que el hombre hablaba, su voz llamando la atención de todos en la sala.

Pudo haberles dicho que la tierra era plana y que el gobierno estaba envenenando el agua del grifo con químicos para controlar sus mentes y todos le habrían creído.

Nadie sabe por qué este hombre nunca intentó ser político o abogado en lugar de ser maestro en una escuela pública llena de adolescentes pubertos.

Y lamentablemente, al menos para la población estudiantil femenina, Ryddle estaba casado.

Aunque eso no impedía que algunas valientes le preguntaran a Ryddle si ya estaba soltero y este, como respuesta, solía soltar una risita y sacudir su cabeza mientras levantaba la mano para mostrar un anillo de bodas que ocupaba uno de sus dedos. —Me temo que aun estoy casado, cariño.

Ryddle nunca habló mucho sobre la persona con quien estaba casado. La mayoría de las veces se encogió de hombros ante las preguntas, respondiendo lo más vagamente posible mientras sus labios se estiraban en el más mínimo giro como si las preguntas fueran algo divertidas.

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—Muy bien... Hoy somos cuarenta y dos, ¿dónde están los otros tres?

—Alicia está teniendo problemas con su conexión, señor.

El Profesor Potter asintió, luego ajustó la posición de su cámara antes de recostarse contra el sofá, presumiblemente, de la sala de estar. —Está bien, entonces, esperaremos a que ella llegue. ¿Todos ya respondieron al enlace en el chat? Para asegurar su asistencia el día de hoy.

Hubo varios sonidos de sí y no.

Harry Potter tenía un rostro extrañamente joven para alguien que supuestamente tendría unos treinta y cinco años, sin líneas adornando su rostro, arrugas o manchas como si su apariencia se hubiera detenido a los diecisiete. Fue lo primero que un estudiante le preguntó a Potter el primer día donde generalmente la clase se presentaba.