Please Open Your Camera (Tomarry)

Please Open Your Camera

Cuando respondió, algunos no le creyeron al principio. Potter parecía un maestro recién contratado cuando, de hecho, había estado enseñando durante casi una década, transfiriéndose de escuela en escuela hasta que aterrizó en Hogwarts y se quedó allí permanentemente.

Si a Ryddle le gustaba ser formal y correcto, Harry era todo lo contrario.

A menudo usaba camisetas con los diseños más horribles, no tenía ningún interés en la moda ni sentía la necesidad de parecer profesional, era como si agarrara lo primero que podía encontrar en su armario y simplemente dijera: "A la mierda, usaré esto". Su cabello era un nido de pájaros completo y hablaba de una manera relajada y calmada, como si hubieran sido compañeros de años.

Era seguro decir que a los estudiantes les gustaba Harry Potter.

—¿Alicia finalmente llegó? —preguntó Potter.

—Estoy aquí, profesor —respondió Alicia, con la voz ligeramente entonada.

—Te tomó bastante tiempo, Alicia.

—L-Lo siento mucho, profesor-

—Solo bromeaba —Potter sonrió— Buenos días a ti y a todos los presentes hoy.

Hubo un coro de buenos días.

—De todos modos, ¿de qué trató nuestra última clase? —Potter tomó una taza con un diseño impreso de un ciervo y la llevó a sus labios. —Estoy bastante seguro de que ya hemos cubierto todo sobre la Tercera Guerra Mundial.

De la nada, la cámara cayó y algo brillante se deslizó desde el borde de la pantalla, los ojos de Harry se ampliaron mientras dejó escapar un murmullo: Joder, Nagini, siendo eso lo último que escucharon los alumnos antes de que la llamada se interrumpiera.

¿Eso era... una serpiente?

.

Las clases en línea parecían buenas al principio. No más levantarse por las mañanas para tomar una ducha fría porque eras demasiado perezoso para calentar el agua; no más fingir estar despierto mientras su maestro discutía cosas que a la mayoría de las personas les importaría una mierda cuando era más fácil fingir que estás escuchando durante las clases en línea, todo mientras seguías en el mundo de los sueños y probablemente babeando sobre tus notas.

Pero no, parecía que las tareas, los proyectos y los exámenes se multiplicaron por tres y los resultados fueron que alguien permanecía despierto hasta la media noche porque la fecha límite era a las 8 de la maldita mañana.

Aunque, bendecidos sean los dioses, había algo bueno en todo esto.

Dos palabras: Tom Ryddle.

De acuerdo, quizás era algo bueno para las chicas en su mayor parte, pero era algo bueno.

Aparentemente, los alumnos anteriores de Ryddle nunca llegaron a ver al hombre con nada más que un traje. Así que imaginarán su sorpresa al encontrar al hombre con una camisa de botones -¿y esa era la yugular de Ryddle?

Nunca subestimen a los adolescentes hormonales. Encontrarían cualquier cosa atractiva.

—Espero que esto no parezca extraño —dijo Ryddle—. Quería usar algo más cómodo dentro de mi casa por una vez. Además, el aire acondicionado está roto y usar un traje sería demasiado caluroso.

—Está bien, profesor, ¡se sigue viendo elegante!

—Gracias, Srta. Brown —se rió Ryddle—. ¿Podemos regresar a la lección, clase?

Treinta minutos después de eso, se escuchó un golpe fuera de cámara.

Como Ryddle no le prestó mucha atención, apenas parpadeó y continuó hablando, sus alumnos también decidieron ignorarlo.