Héroes|| "Un héroe no nace, lo forja la oscuridad, lo moldea la batalla y lo define el sacrificio"
- "Cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder, el mundo conocerá la paz"
Cuando las fuerzas se debiliten y los gritos se transformen en lamen...
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"Muchos de nosotros no vivimos nuestros sueños, porque vivimos nuestros miedos"
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Todos intentaban actuar con normalidad. Los ataques de los Zorn eran constantes para Crizalis, y aun así su gente intentaba mantener la calma en esta difícil situación.
Las ciudades aledañas al capitolio del planeta se mantenía seguras por sus escudos de energía y la distribución equitativa de sus mejores guerreros, aunque la mayor parte de sus seguridad se encontraba en el capitolio donde también se hallaba la familia real Zatara. El rey Krenos y la reina Khala, hacían lo posible por resistir a los conquistadores Zorn, al mismo tiempo mantener a su gente y a su liberal hija; aunque podría decirse que lo último era mucho más difícil que lo primero; La princesa Eyra había vivido siempre de lo que los demás les decían que hiciera, como hablar, comer, vestirse, comportarse, peinarse en incluso como sentirse.
Había tratado por mucho, de ser cooperativa con la situación de su hogar, pero al mismo sentía que ella no importaba a respecto, más que un hogar el palacio comenzó a sentirse como una prisión, de la que escapaba frecuentemente saltándose sus clases y parte de sus deberes reales viviendo como la gente común junto con un amigo que hizo en una de sus visitas una que recordaría porque su mama la había atrapado ese día, justo cuando intentaba escabullirse con su aerodeslizador hacia las afueras del palacio.
— Eyra. —Llamo con una voz sutil, haciendo que la figura encapuchada de detuviera en seco al escucharla girando lentamente su cuerpo hacía ella. —La realeza, no se cubre bajo el manto de la oscuridad. —Le coloco una mano en su rostro azul neón mientras la miraba directo a los ojos. — ¿Porque quieres ocultar lo que eres? —Sus ojos lejos de estar llenos de dureza, la inundaban de una calidez que la hacía sentir culpable hasta cierto punto.
— Soy una princesa, pero eso no es lo que quiero ser mama. —Cada vez que sus ojos se encontraban con los de Khala parecía frustrarse, ella siempre era tan imponente y tan cálida que incluso parecía lejana. — Eso no es algo que yo decidí.
