Primera despedida.

48 4 0
                                    

Días. No son buenos, asique para que darlos. Podrían ser peores, claro, si me fuera sin volverle a ver, por ejemplo. Salgo de la cama con los pies arrastras, hoy todo me pesa. No sé si será el peor día de mi vida, o el principio de la continuación de lo que van a ser cada segundo de mi existencia sin sus abrazos, sus besos, sus sonrisas a centímetros de la mía, su cara entre mis manos, que me enrede el pelo, ir de la mano y no sentirme tan sola, que me lleve en brazos mientras insisto en si le peso mucho o poco, que no me deje pagar nada, comer con el, ducharnos juntos, dormir compartiendo la misma cama, las mismas sábanas, sin necesidad de soñar porque ya tenía todo lo que quería ahí, hecho realidad. Me aterra la idea de irme, por la necesidad que tengo de tenerle a cada momento.

-Ya estoy de camino pequeña, llego algo antes, espero que no te moleste.- Leí en un whatssap nada más coger el móvil.

-Genial amor, estoy esperándote.- Bloqueo el móvil y me visto lo más rápido que puedo. Unos pantalones altos cortos, y una camiseta de Basketball por el ombligo. Unas vans, y lista. Bajo corriendo las escaleras para terminar de hacer la maleta, y no perder ni un solo segundo cuando el llegase.

-Ya estoy aqui mi niña, en nuestro parque.- En un abrir y cerrar de ojos ya estaba aquí, pero esta vez no para quedarse más de un par de horas, que digo horas, minutos. Y cada vez menos. Tiempo, detente. Te odio. Te detesto. No me alejes de aquí.

Salgo corriendo a toda prisa hasta llegar a él, y me tiro a sus brazos, esos que tantas noches me habían sujetado, y habían sido mi mejor refugio.

Intentábamos sonreír, aunque cada arruga que se formaba en la cara al hacerlo pesaba aún más, y más. Se acababa el tiempo, y los días habían pasado tan rápido, que se me olvidó prepararme para esta despedida. Aunque tenía claro, que sería un hasta pronto, y lo único que me animaba dentro de lo posible, era la idea de volverle a tener cerca pronto. Confiaba en que el tiempo pasase mínimamente igual de rápido que ahora.

Nos tumbamos en el césped, mientras el deja su bicicleta al lado, y me rodea juntandome a su cuerpo. Las vistas nos alcanza a ver aquel graffiti que hizo el otro día en esa pared y que ponía 'Un par de kilómetros no me harán quererte menos, si no tenerte ganas de más.' Y tan cierta era esa frase. Escasean las palabras. Pero están bien sustituidas por cada beso que nos damos, esta vez, como si fueran a ser los últimos. Y tanto.

Un par de fotos de las que presumir en Instagram, porque tengo claro de que tengo al mejor, y puede estar tranquilo, porque ninguno de Madrid, ni de cualquier parte del mundo, estaría a su altura.

-Gracias por estos días, han sido los mejores de mi vida. No quiero que te vayas. Pero nos vamos a volver a ver pronto, te lo aseguro.- Me decía al borde de saltarsele las lágrimas.

-Las gracias sobran, y no llores imbécil que te pones muy feo. Más de lo que eres, y ya es decir. Yo tampoco quiero irme, atame, a donde sea. Hacemos una huelga de algo.- Le contesté esbozando una leve sonrisa, con la intención de mantener esos ojos intactos. Siempre solíamos decir tonterías, no sólo para picarnos, y bueno. La situación lo pedía.

-Que idiota eres pequeña.

Seguidamente de eso, salió a llamarme mi abuela.

-¡Lauraaaaaaaa! Venga que nos va....

Dejo de escucharla justo cuando siento unos brazos rodeando mi cintura, y un sollozo en mi oído derecho, al que pronto se le sumó el mío.

-No llores mi niño, cuando me vaya, piensa que es un segundo menos para volver a verte.- Le repetía mientras levantaba con suavidad su cabeza y le secaba las lágrimas.

-Eso es lo único que me da fuerzas.

Besos. Abrazos. Caricias. No quiero irme, que algo pase. Una inundación. Un terremoto. Carreteras cortadas. Cualquier cosa me vale. Pero no, no tengo suerte. Había agotado toda mi suerte, el día que le conocí.

-Quédate en el parque, hasta que me vaya en el coche para verte.- Le pedí. Un último beso, y salgo corriendo para montarme en el coche.

Que nadie me hable ahora, que rompo a llorar. No se como aguantar las ganas. Mi padre se va por otro sitio, y solo alcanzo a verle de lejos.

-Te echo de menos. Vuelve.-Me saltó en un whatssap a la vez que se alejaba el coche.

-Te echo de menos amor. Ojalá pudiera. Volveremos a vernos pronto, te lo juro.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 07, 2015 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

¿Para siempre, vale? Vale.Where stories live. Discover now