Capítulo 1 (Sermones y Discusiones)

142 10 1
                                    

- ¡PODRIAS CALLARTE !, ¡ YA DEJAME EN PAZ!

- ¡TU NO ME HABLAS DE ESA MANERA!

- El hecho que seas mi padre no me impide que te hable como yo quiera.

- Aunque te cueste a mí me respetas.

Seguía bajando las escaleras ya no quería escucharlo más.

- Cómo voy a respetar a alguien que quiere que destroce mis sueños solo por un mugre papel que no sirve de nada y seguir su mal ejemplo. Y además de lo que me hiciste con… ese día perdiste todo mi respeto y te ganaste más mi odio.

- Vamos hijo ya supéralo, solo quería probar, acaso ¿crees que ser un guitarrista y formar una estúpida banda es un trabajo?, ¿y que con eso te dará techo y comida?, por favor ya madura.   

Solo veía su estúpida sonrisa burlona, como odio que haga eso.

- Solo escúchate, no me apoyas en lo absoluto crees que seré un fracaso, estoy harto de escuchar el mismo sermón todos los malditos días de mi vida. 

- Es la verdad mi querido hijo acepta la realidad que de la música no se vive, debes de tener un empleo de verdad, solo veme a mí, soy exitoso y millonario de pies a cabeza por mis estudios y carrera que ejercí gracias a mi padre que me guio por el mismo camino que él y me educo con mano dura.   

- Das asco padre, mi abuelo se ha de estar retorciendo en su tumba por esa idiotez que dices sobre él, él era un verdadero hombre jamás demostró ser así como lo describes, sabes hasta creo que ese dinero tuyo es sucio porque yo que se no haces tratos muy limpios.

-  Tú no puedes asegurar eso, si eres un idiota en los negocios, no debes creerte todo los chismes de mercado que salen en revistas y periódicos, ¿Y esa maleta?

 - ¿Eres ciego? Obviamente llevo mis cosas para largarme de una vez por todas de esta prisión, librarme de una vez de ti, de tus sermones y discusiones. Ay padre no soy tan idiota como crees, no es necesario leer periódicos baratos para saber el tipo de estafador que eres. 

- Mira no tú no iras a ninguna parte eres mi hijo y te quedaras aquí como el futuro heredero de todo esto y de nuestras empresas, harás lo que yo diga muestras este vivo, aquí tienes todos lujos que te puedas dar.

- Ya no puedes detenerme como cuando era un niño, ya tengo la edad suficiente para hacer lo que se me venga en gana, yo no necesito lujos para vivir; ¿Qué, acaso tienes miedo de que revele la clase de basura que eres?, eso no me servirá de nada solo quiero irme de aquí, ser lo que yo quiero y te lo voy a demostrar a toda costa, que todas tus expectativas que tienes sobre mi serán lo contrario. Y sé que algún día iras preso, la vida misma se encargara de ello sin que yo diga ninguna palabra.       

 -Eso quiero verlo, y más te vale no decir nada porque sabrás de lo que soy capaz aunque seas mi hijo, pero está bien lárgate pero te lo advierto si cruzas esa puerta no recibirás ni un solo centavo de mí y ningún tipo de ayuda, ya quiero verte viniendo a mí de rodillas suplicándome porque te deje vivir de nuevo en mi casa –sonríe malévolamente-

Verlo ahí parado frente a mí, fumando ese costoso puro, su mirada tan fría retadora y vistiendo con los más caros y finos trajes, parecía más un narcotraficante que un padre.    

-De eso no te preocupes no quiero de tu asqueroso dinero, ni necesito de ti, ten por seguro que no regresare aquí.

-Es enserio Brian, la cruzas y dejaras de ser un Haner, dejas de ser mi hijo.

-Puedes darme por muerto desde ahora.

De un azote cerré la puerta de la entrada principal de mi casa, quiero decir de la casa de mi padre; apuesto que pude romperla si la hubiese azotado más fuerte, pero para mí nunca fue un hogar, era una prisión desde que mi madre falleció. Él se convirtió en un monstro, ese señor que se decía ser mi padre, aquel hombre controlador que cree que con el dinero gira el mundo y todo lo puede, ese asqueroso estafador, como me arrepiento haber dicho un día cuando era niño que quería ser como el cuándo fuera grande.

La verdad sus palabras me dolían más y más, cada vez que me las decía, ¿Por qué no creía en mí?, ¿Por qué no me deja seguir mis sueños? Empiezo a recorrer ese gran jardín con mis ojos cubiertos de lágrimas no de tristeza, si no de rabia por estas discusiones que tenía con mi padre, ya que era a diario y por el mismo tema, de que yo quería ser músico y formar una banda, ¿Qué tenía malo en ello?, si fracasaba no era problema del otro mundo, del fracaso se aprende, pero me las seco rápidamente no iba a permitir verme así.

-Mi niño, no te vallas.

Volteo y veo a esa dulce mujer con lágrimas en los ojos llenos de tristeza, esa mujer que me crio desde que tengo memoria, era Clara mi nana, más que eso mi confidente, mi amiga, mi segunda madre, siempre estaba ahí cuando la necesitaba, nunca me dejaba solo cuando mis padres se iban de viaje o tenían mucho trabajo. Ella que siempre me dio lo que necesitaba… amor.  

-Ya no puedo seguir aquí nana, estoy cansado de él y su manera de ser conmigo.  

-Entiendo, te voy a extrañar mucho mi niño, yo sé que serás el mejor guitarrista del mundo y muy famoso junto con tu banda. Yo creo en ti.

Mi corazón sintió tanta alegría de escuchar esas simples palabras, son las que más necesito y más porque me las dijo ella.

-Me tengo que ir nana, ya sabes cuál es mi número, si te quiere hacer algo ese maldito no dudes en llamarme, que yo estaré ahí de inmediato.

-No te preocupes por mí, estaré bien pero tú cuídate mucho ¿sí?   

Me despido de ella con un fuerte abrazo y dejando un beso en mi frente y dándome su bendición, mientras de nuevo las lágrimas nos invadían a los dos, ya que yo era como un hijo para ella.

Termino de recorrer aquel jardín, puede sentir algunas miradas por parte de los empleados de la casa, hasta que le ordeno a un guardia que me abra la reja de seguridad, la abre al instante y salgo, le dedico mi última mirada a mi nana y a ese hombre que estaba parado en el balcón más alto de la casa, volteo hacia enfrente y respiro lo más hondo y pude sentir lo que siempre he deseado, mi libertad. 

*Gracias a lo que me leen*

Mi Dulce Ángel (Pausada)Where stories live. Discover now