Había una persona, sin embargo, que parecía disfrutar plenamente de aquella atmósfera de terror y recelo. Draco Malfoy se pavoneaba por el colegio como si acabaran de darle el Premio Anual. Alessia no entendía porque al platinado parecía agradarle la situación en la que el colegio se encontraba, hasta que, unos quince días después de que se hubieran ido Dumbledore y Hagrid, estando sentada junto a Harry y Ron detrás de él en clase de Pociones, le oyó regordearse de la situación ante Crabbe y Goyle:

── Siempre pensé que mi padre sería el que echara a Dumbledore ── dijo, sin preocuparse de hablar en voz baja ──. Ya les dije que él opina que Dumbledore ha sido el peor director que ha tenido nunca el colegio. Quizá ahora tengamos un director decente, alguien que no quiera que se cierre la Cámara de los Secretos. McGonagall no durará mucho, sólo está de forma provisional...

Snape pasó al lado de Harry sin hacer ningún comentario sobre el asiento y el caldero solitarios de Hermione.

── Señor ── dijo Malfoy en voz alta ──, señor, ¿por qué no solicita usted el puesto de director?

── Venga, Venga, Malfoy ── dijo Snape, aunque no pudo evitar sonreír con sus finos labios ──. El profesor Dumbledore sólo ha sido suspendido de sus funciones por el consejo escolar. Me atrevería a decir que volverá a estar con nosotros muy pronto.

── Ya ── dijo Malfoy, con una sonrisa de complicidad ──. Espero que mi padre vote por usted, señor, si solicita el puesto. Le diré que usted es el mejor profesor del colegio, señor.

── Mi padre, mi padre...── repitió Alessia por lo bajo con voz aguda mientras rodaba los ojos.

Snape paseaba sonriente por la mazmora, afortunadamente sin ver a Seamus Finnigan, que hacía como que vomitaba sobre el caldero.

── Me sorprende que los sangre sucia no hayan hecho ya todos el equipaje ── prosiguió Malfoy ──. Apuesto cinco galeones a que el próximo muere. Qué pena que no sea Granger...

La campana sonó en aquel momento, y fue una suerte, porque al oír las últimas palabras, Ron había saltado del asiento para abalanzarse sobre Malfoy, aunque con el barullo de recoger libros y bolsas, su intento pasó inadvertido.

── Dejénme ── protestó Ron cuando lo sujetaron entre Harry y Dean ──. No me preocupa, no necesito de mi varita mágica, lo voy a matar con las manos...

── No te preocupes, Ron ── dijo Alessia arremangando las mangas de su uniforme ──. Yo me encargo.

Sin embargo, Harry soltó a Ron y se encargó de detener a su mejor amiga.

── Dense prisa, tengo que llevarlos a Herbología ── les gritó Snape, y salieron en doble hilera, con Harry, Ron, Dean y Alessia en la cola, el segundo y la última intentando todavía liberarse. Sólo los soltaron cuando Snape se quedó en la puerta del castillo y ellos continuaron por la huerta hacia los invernaderos.

La clase de Herbología resultó triste, porque había dos alumnos menos: Justin y Hermione.

La profesora Sprout los puso a todos a podar las higueras de Abisinia, que daban higos secos. En un momento de la clase, Ernie Mcmillian se acercó a ellos.

── Sólo quiero que sepan, Harry, Alessia, que lamento haber sospechado de ti. Sé que nunca atacarían a Hermione Granger y les quiero pedir disculpas por todo lo que dije. Ahora estamos en el mismo barco y... bueno...

Ernie y su amiga Hannah se pusieron a trabajar en la misma higuera que Ron, Harry y Alessia.

── Ese tal Draco Malfoy ── dijo Ernie, mientras cortaba las ramas secas ── parece que se ha puesto muy contento con todo esto, ¿verdad? ¿Saben?, creo que él podría ser el heredero de Slytherin.

²Alessia y la Cámara de los SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora