The Songs of Us

Mi vida, contigo

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Mi vida, contigo

The only exception - Paramore

Esta canción no estaba en la lista original, pero tenía esta historia prácticamente lista desde hace días y quise subirla celebrando que en menos de 48 hrs liberare "Not just boys" (y que a raíz de ello muchxs le han dado follow a mi perfil). Espero que la disfruten <3 

Sabor: Diabético.

Contenido Sexual: leve.

Advertencia: M-preg.

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Lumos

Draco no lo sabia, pensó en ello un momento mientras se revolvía entre las cálidas y suaves sábanas.

¿cómo habia llegado a ese punto? Fue el primer pensamiento que llegó a su mente al despertar aquella mañana. Había tenido uno de sus sueños usuales, uno de los malos, de esos que sabia que no le abandonarían jamás porque los llevaba literalmente grabados en la piel.

Esta vez le había tocado soñar con Dumbledore y con la profesora Burbage que se retorcía de forma errática hasta convertirse irremediablemente en Nagini. Era una escena grotesca, llena de sangre, sonido de huesos rotos y el terriblemente inolvidable hedor que por esos días no dejaba la mansión Malfoy.

Saltar de esa vivida imagen a su mullida y reconfortante cama era una sensación cada vez más familiar de extraña sorpresa.

Realmente no tenia idea de cómo su vida había cambiado de aquella forma. A Draco no le gustaba no comprender algo, pero en su defensa aunque habían pasado 13 años desde el final de la guerra y a él se le hacia como que apenas era ayer que el señor oscuro se deshacía a pedazos frente a sus ojos.

Se perdonaba a si mismo aquella suerte de confusión espacio temporal por dos razones.

-Papaaaaaaaaaa!- escuchó llamar con tono desesperado a aquella voz que momentos antes lo había sacado de su oscuro sueño. Ahí estaba su primera razón.

El sonido de los pasos rápidos en la escalera le anunciaron que no podía seguir en la cama. La puerta de su dormitorio se abrió estrepitosamente justo cuando Draco cayó en la cuenta de que había dormido desnudo y que cierta viscosidad escurría desde sus nalgas.

"Demonios" gruñó para sus adentros ciñendo la sábana contra su cuerpo. Rogándole al cielo por que su pequeño -pero mequetrefe- hijo no se decidiera por lanzarse sobre él.

-Papaaaaaa! Teddy se roba mis hotcakes y Potter no le dice nada- reclamó el pequeño completamente indignado, mientras habría la puerta de la recámara de par en par.

El temor por verse descubierto en tan indecorosa situación amaino solo un poco al ver los risos alborotados de su pequeño. Merlín santo ¿dejaría alguna vez de provocarle aquel latigazo de amor paternal la simple vista de uno de sus pequeños parásitos succionadores de fuerza vital? 

Esperaba que no. 

El día en que la imagen de ese ceño fruncido y mejillas redondas dejase de causarle cosquillas en el estómago seria, muy seguramente, el peor día de su vida.

-¡James!- regañó una voz grave acompañada de algunos pasos, muchos más calmos que los anteriores -te he dicho que dejes a tu padre dormir tranquilo, sabes muy bien que necesita descansar por estos días.

-Me llamo Sirius- reclamó el pequeño cruzándose de brazos enfurruñado.

Los ojos esmeraldas de Harry se desviaron hacia Draco clamando por un poco de ayuda y él volvió a sentir una oleada de amor llenarlo por dentro.