Nanatsu no taizai | Gilthunder | Apenas y sostienes una espada de madera

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— Lo educaste bien. — comento Merlín al ver que el pelirrosa había acatado la orden, quien le había gritado se quitó su casco mostrando su rostro

— Obviamente. — dijo con orgullo, mostró una pequeña sonrisa y así fueron separados cada quien cayendo en un lugar remoto y aleatorio



Caminaban entre la niebla. Iban acompañados de la princesa de hace años y un cerdo. La mejor compañía de todas. No les quedaba de otra, tenían que buscar al pecado de la Envidia, ya que era la más cercana según el rubio. Diane.

No fue difícil encontrar a la gigante, pues está los había encontrado antes. Envidia. Está reaccionó mal ante la acompañante, abrazando de inmediato a Orgullo.

— Diane, suéltame ya! — la ojivioleta hizo caso omiso, y siguió estrujando al león entre sus gigantescas manos

— ___________, te extrañe mucho! — exclamó con emoción al tenerlo cerca, este tenía dificultades para respirar por la fuerza que se estaba usando contra su cuerpo, casi se estaba quedando sin alma, mientras que el rubio y la albina se dedicaban a mirar como lo sacudía y estrujaba

— Diane, ya basta, es suficiente, mira como lo tienes al pobre. — indico, la gigante miro a su enamorado, este estaba pálido por la falta de aire, por fin decidió bajarlo

— Lo siento! — se disculpo mostrando una dulce sonrisa

— Claro que deberías sentirlo! — dijo el otro molesto de que lo hayan sarandeado como a un juguete para perro — Ay, siento como si mis órganos internos estuvieran en los lugares incorrectos. — tenía náuseas y posaba ambas manos sobre su estómago

— Eso fue divertido. — menciono Meliodas — Ahora, vámonos, ya tenemos lo que queríamos. — indico para así empezar a caminar en la dirección de la que venían, después de todo no tenían nada más que hacer ahí

La gigante se levantó para seguirles el paso. Pero su caminata de regreso se vio interrumpida por un caballero sacro, el cual de inmediato identificaron Orgullo e Irá. Este atacó, soltaba rayos mientras lo hacía reluciendo su naturaleza.

— Ja! Ahora entiendo el porqué de su nombre. — menciono el león al verlo — Lo entrenamos bastante buena... ¿No, Meliodas? — miro al rubio con una sonrisa orgullosa este asintio mostrando una sonrisa igualmente

— Cierren la boca y peleen! — era obvio que algo no estaba bien con el, esquivaban sus ataques con facilidad

— ¿Eso es todo, Gil? — pregunto divertido el pecado del orgullo, el pelirrosa solo frunció el ceño molesto — Parece que apenas y sostienes una espada de madera. — paso una mal por su cabello para acomodarselo, mientras que el sacro se mostraba molesto

— Habrás sido mi maestro, pero tal y como te prometí, te he superado. — lo señaló con la espada, este solo soltó un bostezo — ¿E-estas bostezando? — pregunto molesto al ver su acción, este se limito a asentir con la cabeza

— Pues sí, ¿Acaso no es obvio? — pregunto teniendo abierto un solo ojo, fue ahí que el pelirrosa decidió atacarlo, pero su mayor lo freno con facilidad. No sé daba cuenta de que los otros dos pecados y acompañantes se estaban alejando

— Sabes, parece ser regla que todo lo tienes se vuelva atractivo. — la diferencia de altura aún era demasiado notable entre ambos, el caballero mostró un leve rubor en sus mejillas por el comentario

One-shots | (Male Character × Male Reader) | Vol.1Où les histoires vivent. Découvrez maintenant