✿| Broken heart

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Era extraño, pensó, era como si la ausencia del pelinegro hubiese drenado sus ganas de vivir por completo y sabía que era estúpido porque no era sano sentirse de esa manera. Pero aún así dormía cada noche añorando el calor del cuerpo contrario y anhelando los besos adormilados que le daba por las noches. La ausencia quemaba su piel y secaba el agua de sus ojos cuando lloraba cada noche sin parar y sin disminuir la soledad que aturdia su cuerpo.

Y fue tan doloroso esa vez mientras esperaba su transporte sentado en aquel banco, verle pasar, escuchar el rugido de su moto y verle por escasos segundos en un parpadeo que lo dejó tan mal que terminó quedándose una semana entera en la casa de su mejor amigo con el pensamiento de poderse quitar la agobiante soledad de encima.

Ahora, mientras permanecía tumbado en el sofá grande de su sala y olía el aroma de la comida que SeokJin le preparaba en su cocina, pensó en que había pasado tanto desde que se preocupó por si mismo, por su apariencia e incluso por la bonita planta que YoonGi le había regalado en una de sus salidas. Tantas semanas sin vivir como solía hacerlo. Su amigo lo había regañado en cuanto había entrado al lúgubre lugar y es que a pesar de que se encargaba de limpiar de vez en cuando, no era como antes cuando incluso gastaba mucho dinero en productos de limpieza o en nuevas cortinas para su ventana. Quiso defenderse diciendo que no tenía tiempo pero la verdad es que últimamente solo tenía ganas de permanecer en su cama.

—El almuerzo está listo —anunció la voz del mayor desde la cocina.

Tomó un suspiró y se levantó a ir por su comida.

—¿Te ayudó? —preguntó y Jin asintió tendiéndole los palillos.

—He estado pensando —murmuró Jin, sus manos ocupadas en servir la lasaña— hay un sitio donde puedes tener citas a ciegas ¿sabes?... Quizás lo que necesitas para olvidar a YoonGi es precisamente buscar a alguien más.

JiMin tenso una sonrisa, los últimos días Seokjin habia estado insistiendo con el tema de buscar una pareja, una que presuntamente le ayudase a dejar atrás su enamoramiento por Min YoonGi. Pero no era fácil, no cuando su corazón y mente parecían querer seguir estancados en los recuerdos de todo lo bien que disfrutó al lado del chico atractivo. Habían pasado algunos meses, sí, pero olvidar no era algo que pudiese lograr tan rápido. Más sin embargo dijo:

—Claro, lo intentaré.

Y la sonrisa que Jin le regalo suavizó su corazón. Sabia que su amigo estaba preocupado así que al menos haría eso por él y por que dejase de preocuparse tanto por su forma de sobrellevar los problemas.

—Comamos.

La noche llegó rápidamente y Seokjin tuvo que irse temprano. No quería pensar demasiado, quería, en lugar de eso, simplemente dormir hasta que su alarma lo despertara, sabía que si pensaba lo más seguro es que volveria a sentirse miserable y anhelante de la presencia del pelinegro. Suspiró, debía dejar de pensar.

Estaba tratando de despejar su mente y ganar algo de sueño cuando su teléfono vibró bajo su almohada. Gruñendo un poquito lo sacó y de inmediato se encontró con la llamada entrante de su madre.

—Hola mamá —murmuró y una sonrisa se formó en sus labios al escuchar el ruido de la música preferida de su padre a través del aparato.

Hijo, que bueno que logro contactarte.

—¿Paso algo?

La mujer murmuró un asentimiento y luego de escucharla gritar un Park baja el volumen escuchó como una puerta se cerraba.

Nada en especial solo quería hablar contigo, ¿cuando vendrás a casa? Seokjin nos habló para decirnos que estaba preocupado por ti. ¿Sucedió algo?

—No sucedió nada mamá, no te preocupes —suspiró—, y tenía pensado visitarlos el fin de semana.

¿De verdad?

—Si, quisiera distraerme un poco.

¿Distraerte de qué?

—Del trabajo y la universidad —murmuró y sus párpados se apretaron cuando escuchó la risita de su madre.

Sabes que no me puedes engañar —rió— no creo que sea casualidad que no hayas llamado en semanas para hablarme de ese chico atractivo que últimamente te ha estado enamorando y justamente ahora que te llamó me digas que quieres distraerte.
¿o me equivoco?

Él bufó.

—Odio tu intuición de madre —la mujer rió a través del aparato— quizás te hable de ello cuando este allá.

Bueno, entonces compraré helado para que tengamos esa charla. Ahora descansa tengo que ver que tu padre no queme la cocina.

—¿Esta cocinando?

Si, últimamente está obsesionado con este programa de cocina y ha estado probando hacer las recetas. Ha sido todo un fiasco para cocina.

—Me imaginó, bueno iré a dormir ahora, te amo mamá.

Igual yo hijo, descansa y no pienses mucho en ello.

—Lo haré.

Soltó un suspiró cuando la llamada terminó, quería pensar en que lo mejor era seguir adelante, no ser infantil y tampoco hacer una rabieta solo porque su ser exigía no olvidar a Min YoonGi. Pero quizás Seokjin tenía razón, quizás lo mejor era avanzar, darse una oportunidad así mismo y a su deseo tonto de ser amado.

Esa noche luego de enviar un mensaje a su amigo confirmando su deseo de ir a la cita a ciegas, se acurrucó en sus mantas y dejó encendida la luz de la lámpara al costado de su cama. Tomó sus lentes de pasta gruesa y se dedicó a leer los pensamientos de aquel escritor de la tercera columna en el periódico semanal.

Sonrió, no podía creer cómo había dejado de lado leer esa columna en el periódico sólo porque le recordaba a YoonGi y sus días cuando le compraba él mismo su periódico favorito. No era justo que dejara de hacer lo que le gustaba solo porque YoonGi se sentía presente en esa diversas cosas. Debía ser racional y simplemente tragarse el nudo en su garganta, debía alzar su frente para seguir adelante.

Y el mañana era un buen tiempo para empezar a sanar su corazón roto.

Y el mañana era un buen tiempo para empezar a sanar su corazón roto

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NABIKOOK

Purple Tears; YoonMin/윤민Where stories live. Discover now