Purple Tears; YoonMin/윤민

✿| Broken heart

Estaba tenso y con las uñas hechas un lío mientras su pierna derecha golpeaba el suelo constantemente, YoonGi llegaría en cualquier momento y la rabia que había sentido cuando le vio siendo besado por aquella chica parecía haberse drenado de su ser en el momento que llegó a su departamento.

Era extraño, pensó, su corazón dolía tanto que incluso era difícil respirar mirando tantas cosas pertenecientes a YoonGi en su entorno. Pero aún así había cierto alivio manchando su sistema al pensar en librarse de la tensión que lo había estado matando desde que YoonGi empezó a alejarse. Se preguntó si es que acaso ya no gustaba de YoonGi, pero no era el caso, no cuando su corazón se aceleraba torpemente al pensar en la sonrisa bonita que el mayor tenía; y la confusión volvía a asaltarle porque estaba aterrado de dejar a YoonGi quizás mucho más de ser dejado por el mismo.

El corazón le retumbó en los oídos cuando el sonido de la puerta siendo abierta se escuchó.

YoonGi entró con la cabeza baja mientras revisaba algo en su teléfono, JiMin tragó en seco y apretó sus dedos entre sí.

—Uh, —trastabillo el pelinegro cuando elevó su vista y dio con JiMin en sofa— ¿llegaste temprano?

JiMin negó, dándose las fuerzas para levantarse de su lugar e ir hacia YoonGi.

—Acabo de llegar —murmuró, su voz pesando contra el nudo gigante que dolía en su garganta— yo... ¿Quieres cenar?

YoonGi asintió, despacio, no perdiendo el momento en que JiMin apretó sus uñas contra sus palmas.

Pasaron unos minutos en los que el mayor fue por un cambio de ropa y JiMin sirvió la comida que había cocinado cuando volvió a su departamento con el corazón roto.

Se sentía inútil porque se suponía, en su mente tonta, que enfrentaría a YoonGi en cuanto pasase por su puerta, pero no fue de esa manera. Se había acobardado y había propuesto la cena que había hecho para comer luego de que YoonGi se largará de su departamento.

Suspiró cuando el sonido de los palillos golpeando los platos era el único que inundaba el lugar. No había prestado atención pero ese silencio incomodo y pesado era algo que ya había ocurrido incontables veces en los meses pasados. Y la realización de eso le estrujaba el corazón.

—¿Qué tal el trabajo? —preguntó el pelinegro sorprendiendo al menor por la pregunta tan común pero a la vez tan rara en el vocabulario de YoonGi.

—Uhm algo cansado, pero bueno supongo.

YoonGi asintió, quizás percibiendo su incomodidad más no dijo nada.

—Estuvo delicioso —comentó, tanteando el terreno para que JiMin hablara, más el rubio no hizo más que sonreírle incómodo— ¿sucede algo? —indagó y la pregunta parecío lastimar al remitente.

JiMin suspiró, el dolor volviéndose más fuerte en su pecho, subió su mirada lastimada hacia el pelinegro y murmuró.

—¿Significo algo para ti? —YoonGi le miró sin comprender y él enterró más sus cortas uñas contra las palmas de sus manos-. Responde.

—No entiendo a que te refieres.

Un bufido irónico salió disparado de sus labios.

—¿Sientes algo por mí? —entonces preguntó. YoonGi le analizó desde su puesto y cuando le vio abrir la boca para responder, él simplemente explotó-. Porque alguien que siente algo por una persona no va y se besa con otra, no la trata mal y tampoco la ignora —siseó aguantandose el nudo en su garganta— y fui tan estúpido por no haberlo visto antes.

—JiMin...

—Y entiendo si es que te has aburrido de lo que sea que tengamos pero al menos debías haberlo hablado, en lugar de ser un maldito cobarde y besarte con alguien más.