SHADOW LOVE (HIGUEL)

Capítulo 1: La decisión

- Vamos Miguel es por tu sueño - la tarde en Santa Cecilia era tranquila, el sol comenzaba a ocultarse y dos buenos amigos conversaban en un puesto de tacos local

- No Marco, no abandonaré a mi familia - recalcó un joven moreno de sudadera roja mientras recibía su orden - No cometeré el mismo error que papá Héctor -

- Oh vamos Miguel, no creo que vaya a ser igual, no es como si yo fuera a proponerte matrimonio y asesinarte tan pronto te vuelvas un músico famoso - comentó gracioso el otro jóven de aspecto similar, pero mirada coqueta a lo que ambos rieron por lo improbable que sonaba esa idea

- Tienes razón, pero mi familia es lo más importante para mí y lo sabes - Miguel se sentía intranquilo, su mejor amigo le estaba proponiendo irse a San Fransokio, y dejar atrás su país y a su familia para inscribirse a una de las más prestigiosas universidades de arte, era una oferta tentadora, pero su familia aún después de revelar el asesinato de su tatarabuelo no le permitieron seguir con su sueño de ser músico y siendo honestos eso lo tenía realmente decaído.

– Mira, mi vuelo sale a las diez de la noche, te daré hasta entonces para que lo pienses – Terminó por decir Marco mientras extendía a su amigo un folleto de la universidad y se levantaba de su asiento con su plato vacío – Te estaré esperando en el aeropuerto – y sin más dejó dinero en la mesa para pagar su comida junto con una generosa propina.

Miguel soltó un pesado suspiro, no esperaba que la invitación a comer tacos resultara en esto, tenía que pensarlo con detenimiento antes de decidir que hacer, su familia no le permitiría salir del pueblo y mucho menos del país tomando de ejemplo como siempre el abandono de Héctor y que la familia se negó a aceptar la verdad, tomó el folleto y lo guardó en su bolsillo, se retiró del lugar y tomó rumbo de regreso a casa, su apetito se había acabado.

El día pasó como de costumbre, ayudando en la zapatería, en la preparación de la comida y cuidando de su hermana, pero su mente nunca se apartó de aquella oferta de estudios, así que durante la cena tomó valor y habló – Oigan familia – todos interrumpieron su ruidosa conversación para prestarle atención a lo que el moreno tenía que decir – ¿Qué dirían si me voy a estudiar al extranjero? – los integrantes de la familia quedaron sorprendidos e intercambiaron miradas entre ellos.

– Yo digo que sería muy caro – el primero en hablar fué Enrique, y en parte era lógico ya que es quien ha estado financiando los estudios de su hijo hasta hace poco que Miguel terminó la preparatoria.

– ¡Es una locura! – Exclamó la abuela Elena – No abandonarás el pueblo mijo, los jóvenes de hoy en día se van de casa y nunca vuelven, como ese hombre abandona familias, no quiero eso para mí nieto si quieres estudiar lo harás en la universidad pública del pueblo – sentenció la mujer mayor

Nadie dijo nada más, nadie se sentía lo suficientemente valiente como para enfrentar a la matriarca de la familia, y Miguel no era la excepción tomando en cuenta que la última vez que lo intentó terminó destrozando su guitarra.

La cena pasó y todos retomaron sus actividades y eventualmente cada uno se retiró a su cuarto a descansar, eran las 8:45 pm. el tiempo se le estaba agotando, se sentó en la orilla de su cama y lo meditó por unos momentos, pero por más que lo pensaba siempre terminaba con la misma frase "Quiero hacerlo", tomó el folleto entre sus manos, eran las 9:30 pm. finalmente lo había decidido, abrió el viejo armario de su cuarto y desde el fondo sacó la única maleta que poseía, tomó solo lo necesario, algo de ropa, dinero, entre otras cosas, las acomodó lo mejor que pudo, sacó su guitarra de su escondite debajo de la cama y se la colgó el su espalda, se colocó su vieja sudadera y sus zapatos de siempre y apuntó rápidamente una nota que pegó en la cuna de Coco que estaba a su lado en el cuarto, le dió un pequeño beso de despedida a su hermana, estaba creciendo bastante rápido, dentro de poco ya no cabría en aquella cuna y con una pequeña opresión en el pecho salió por la ventana y corrió lo más rápido que pudo al aeropuerto.

– Ya se está tardando – se quejó Marco al observar su reloj y ver qué eran las 9:55 pm. Se escuchó el anuncio de abordaje – Supongo que no va a venir – se levantó de su asiento y comenzó a caminar para empezar a hacer fila y poder subir al avión, hasta que fué sostenido repentinamente por una mano sudada – ¡Puta madre un pervertido! – y le dió un golpe bajo a quien sea le haya querido acosar, sorprendiendose al ver a Miguel tirado en el suelo sosteniéndose sus partes nobles – ¡Miguel! Casi me pegas un susto – trató de auxiliar a su agonizante amigo.

– E-eres un imbécil – se quejó Miguel mientras se levantaba tambaleante – le diste a Miguelito jr. –

– Pensé que eras un acosador, ya sabes cómo suelen ser conmigo – se excusó el joven de sudadera azul, el ya había tenido un par de experiencias pasadas al ser un músico reconocido en México por ser tataranieto de Hernesto De La Cruz y su no negada homosexualidad.

– Sí lo sé – Miguel es conciente de aquel acoso, pero en parte la culpa también recae en el propio Marco, es demasiado coqueto al punto de tener beneficios de cliente frecuente en los bares del pueblo, pero de eso no vamos a hablar ahora – Vine a decirte que acepto tu propuesta –

– ¡Ese es mi compadre! Sabía que no lo ibas a desaprovechar – celebró Marco abrazando a su amigo con una gran sonrisa – ya mero usaba el asiento para recargar mis patas – dijo mientras le extendía a Miguel su boleto de avión que decía el lugar de su asiento obviamente estaba al lado del de Marco.

10:00 pm. La última llamada de abordaje se hizo presente y nuestros jóvenes finalmente abordaron el avión y se acomodaron en sus respectivos lugares, siendo el de Miguel junto a la ventana y el de Marco a su lado.

Ya no hay vuelta atrás.