Tras el campamento de entrenamiento y el reencuentro con una amiga del pasado del que estaba enamorado y a la que ayudó con su relación con otro chico, Kuroo regresa a su hogar con el corazón roto, pensando que ha perdido su oportunidad de estar con...
Llegue ante la puerta de aquel gimnasio y respire hondo, acerqué mi mano a esta para tocar y justo se abrió frente a mi.
___-chan, ya has llegado- mi abuelo era el que estaba frente a mí, se acercó y me rodeó con sus brazos, se le veía feliz de verme.
Abuelo- le devolví el abrazo, no había tenido tiempo de visitarlo, así que este era nuestro reencuentro después de varios años.
Estas preciosa- estaba muy sonriente mientras me miraba con ternura.
Tu que me ves con buenos ojos- nos reímos- Gracias por todo, que no te lo he podido decir en persona.
No hace falta que me las des, eres la única nieta que se merece todo y más.- respondió.- Bueno, a los chicos aún les queda un rato para llegar, vamos dentro, así podremos hablar tranquilos.
Me guio dentro del gimnasio donde había otro hombre, el entrenador, nos presentó y tras esto nos sentamos en unos bancos.
Gracias por unirte a nosotros ___-san- me agradeció el entrenados.
No es nada, gracias a vosotros por contar conmigo- sonreí.
Espero que consigas llevarte bien con los chicos-Sonrió mi abuelo, parecía feliz-Son un poco revoltosos, pero se les termina cogiendo cariño.
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Hablamos durante algo de tiempo, esperando por los integrantes del club.
Kenma POV
Era el descanso de las clases, fui donde siempre nos reuníamos Kuroo y yo para comer, pude verle sentado, tenía el almuerzo sobre sus piernas y miraba a la nada, su rostro era de pena. Me acerqué a él y me senté a su lado.
Vuelves a pensar en ella?- le pregunté, dirigió sus ojos hacia mí, estaban algo cristalinos.
No es nada- miró a su comida y sin ganas comió algo.
Vamos Kuroo, sabes que puedes hablarlo conmigo- posé mi mano en su hombro- intenta desahogarte un poco.
Gracias Kenma, pero ya te lo he dicho todo, se que es una tontería, pero aun tengo sentimientos aquí- puso sus manos en su pecho.
No son tonterías, fue ayer, es normal que aún te duela, pero tienes que intentar superarlo lo antes posible.-le miré serio.- Se que la quieres mucho, pero ella ha elegido y ahora te toca a ti olvidar.
Ya lo se- apartó la mirada- pero cuesta.
Sí, soy consciente de ello, así que tómalo con calma.- le sonreí, ahora tenía que apoyarlo, nunca le había visto así.
Comenzamos a comer y cambiamos de tema, pues el ambiente se había puesto algo cargado.
