Prólogo

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Mi vida nunca fue normal, y eso lo supe desde el comienzo.

Mi madre, o bueno, la señora que me rescató, Mary, acababa de ser asesinada junto a toda nuestra tribu. Éramos los únicos sobevivientes, o mejor dicho, los únicos que escaparon y siguen vivos para contarlo. 

Todo por esa maldita organización, la organización Rochester, que de un momento a otro comenzó a ir casa por casa matando a los más viejos y llevandose a los niños y niñas, junto a hombres y mujeres que no pasaban de los 30 años. 

Mary nos contaba que a los hombres los reclutaban, los alimentaban bien, los ciudaban y siempre estaban sanos. Pero los que se enfermaban, pues, ese era su fin, los eximian, según ellos, pero nosotros, los de afuera, sabemos que no tenia nada que ver con la libertad, si no con lanmuerte. Los mataban y no de una forma agradable, los gopeaban y luego los dejaban en la zona de los animaes salvajes, ahí ellos eran deborados por tigres, hienas, buitres y otros carroñeros.

Cullen y yo siempre vivimos juntos, nos dijeron a los 5 años que no eramos hermanos y a los 10 nos contaron la verdadera historia de nuestra vida, como nos rescató Mary, como llegamos a la tribu y como era la vida en el Centro de Concentración Rochester.

Desde ese día comenzamos a odiar a todos los maditos que crearon ese espantoso lugar.

FAKE PARADISEWhere stories live. Discover now