XVII-B•Love is slow

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NOTA: El idioma de los demonios será representado como si fuera inglés porque no quiero ponerme a inventar palabras (aunque solo lo haya usado en una frase jaja :y)

Sección B: El amor es lento


- Ah, qué mal, qué mal. – fue lo que dijo su amigo Kooji al comentarle lo sucedido la noche anterior.

- ¿Qué clase de reacción es esa? – preguntó confundida la chica

Ambos se encontraban fregando los platos después de la cena. La cocina estaba vacía así que podían hablar de ello con tranquilidad. Emma acababa de contarle desde la pesadilla hasta que Ray se despidió, todo lo que pensó en aquellos momentos y sus inseguridades.

- ¿Qué quieres que te diga, Emma? Estás creando una tormenta en un vaso de agua. – al decir esta frase, llenaba un vaso de cristal que estaba lavando – Sé que no has dejado de hablar con él, pero solo lo haces en ambientes donde haya mucha gente, cosas triviales como "buenos días", "buenas noches" o a menos que sea sobre el plan. Te recomiendo que tengas una charla con él, donde le permitas justificarse mejor. –

- Es que... temo a que, si lo escucho, lo perdone demasiado rápido y vuelva a hacerme lo mismo. –

- Oh, vamos, Emma. Eso no te lo crees ni tú. – el demonio dejó lo que hacía para mirarla a los ojos

- ¿Q-qué cosa? ¿Qué lo perdonaré rápido? –

- No, que vaya a volver hacerte lo mismo. En el poco tiempo que los conozco, pude ver el gran amor y cariño que siente Ray por ti. Que te haya ocultado a la fundadora todo ese tiempo fue porque quería verte feliz y esa era la única manera de protegerlas a ambas. –

- ¡Eso es lo mismo que decía Norman! – la chica alzó su voz más de lo debido, deteniendo su labor – Minerva, me engañó por tanto tiempo. Yo confiaba en él y creía ciegamente que, aunque no tuviéramos los mismos ideales, él también estaba intentando y que era... sincero. Mas cuando descubrí sus falacias, me di cuenta que había sido una ingenua por caer en sus justificaciones tan bien argumentadas que no eran más que una red de mentiras; mentiras que me iban engullendo hasta dejar.... A la ilusa que soy yo hoy. –

Kooji la miró con tristeza. No importa cuánto quería reafirmarle que Ray definitivamente no era de esa forma, ¿quién hubiese pensado que Norman le haría algo así? Nadie. Hace años atrás pudiese haberse dicho lo mismo del albino. Que la amaba mucho, que todo lo hacía por su bien, que debía confiar en él. Cuando las dos personas en quien más confiabas te traicionan, ¿qué puedes esperar?

- Tienes razón... - afirmó a regañadientes el médico – Aun así, no deberías sentirte mal por perdonarlo tan deprisa. –

- Yo no lo he perdonado. –

- Quizás no se lo hayas dicho, quizás no actúes como si así fuese, pero, amiga mía, sé que en tu corazón ya perdonaste a Ray. Puedo verlo. –

La pelinaranja intentó fregar el último plato que tenía, sin embargo, su mente analizaba tan intensamente las palabras dichas por su compañero que su cuerpo no respondía. Estaba triste, lo que no quería llorar por algo tan aleatorio y amplio como el futuro.

- Temo perdonarlo y que me traiga una decepción mayor... - se lamentó la chica, ya sollozando un poco, hasta que su pesar fue interrumpido

- AGH. ¡No te puedo ver así, mujer! Sufriendo por gusto. Ahora hay cosas más importantes que hacer, debemos restaurar la paz entre humanos y demonios. –

- Si, eso es lo que me dig-

- PERO – la chica decidió callarse y atender lo que tenía que decir – Mientras estamos en ello, ¿por qué no lo observas? –

ᴇɴᴅᴇᴀʀᴍᴇɴᴛWhere stories live. Discover now