hurricane 🜚 james potter ✓

🐍 •.✶˚▍𝟬𝟮𝟭. animagus

— Cornamenta, —Peter lo interrumpió— tal vez ahora no sea el momento.

—¿Eres un animago? —preguntó Olivia de nuevo, todavía confundida por toda la situación. James solo sonrió con aire de suficiencia en respuesta.

— También Sirius y Peter.

Olivia, junto con Lily y Samuel, se volvieron hacia los chicos mencionados, quienes solo asintieron con la cabeza, obviamente exasperados por la bocota de su mejor amigo borracho.

—Puedes mostrárselo mañana, Cornamenta —trato de decirle Remus—, cuando estés sobrio y no estemos en una habitación pequeña y llena de gente.

—¿Me crees? —le preguntó James sentándose una vez más a su lado.

Olivia asintió con la cabeza, todavía absolutamente confundida, pero sabiendo que podía preguntar todo al respecto al día siguiente.

— Sí, amor. Te creo. —lo observó sonriendo y él también le sonrió.

— Soy tan genial, ¿verdad? —Olivia asintió de nuevo.— ¿Quieres casarte conmigo entonces?

— Todavía es un no.

James hizo un tierno puchero y Olivia lo observó con ternura. Parecía un niño pequeño.

— Bien, bien. ¿Novio y novia algún día entonces?

—Tal vez, pero sólo si te vas a dormir ahora.

Esa pareció ser una respuesta suficientemente buena para él mientras asintió obedientemente con la cabeza y se dirigió a su dormitorio.

—¿Lo vas a dejar dormir ahí? —preguntó Samuel— ¿En tu cuarto?

— Ya tuvieron sexo —fue Remus quien respondió— Creo que compartir la cama ya no es tan importante.

Samuel, al igual que Olivia, puso los ojos en blanco.

—Eres molesto, Remus Lupin.

Al merodeador no pareció importarle ya que solo se encogió de hombros, aunque Olivia estaba segura de que vio una pequeña sonrisa en los labios de su hermano, haciéndola levantar una ceja.

Al parecer Sirius también lo notó mientras miraba a los dos hombres con una sonrisa de complicidad.

— Hombre, la tensión sexual aquí es más gruesa que mi cul...

Dos libros volaron en su dirección antes de que pudiera terminar su oración, y ambos lo golpearon exitosamente en la cabeza.

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Olivia había estado caminando hacia el gran comedor cuando él la detuvo. Fue uno de los raros momentos en ver a Olivia sin sus amigos apiñándose a su alrededor y por eso sus compañeros de Slytherin a los que les había dado la espalda no dudaron en lanzarle sus miradas más gélidas con Severus Snape siendo el más lleno de odio después de haber oído hablar del acto de bondad de Lily Evans al realizar un peligroso hechizo para curar a la chica Kinsley.

Sin embargo, un tal Slytherin no la estaba mirando mal, sino que miró a la chica con curiosidad con ojos grises entrecerrados idénticos a los de su hermano y sus dedos jugando distraídamente con el medallón que colgaba de su cuello.

Regulus Black debatió si debería acercarse a ella, sabiendo que esa era una de las pocas posibilidades que tenía. No todos los días se veía a Olivia Kinsley caminando sin James Potter a su lado protegiéndola como un perro guardián.

Suspirando por su propia necesidad de involucrarse en situaciones de las que no necesita ser parte, Regulus se acercó a la chica mayor, con las manos hundidas en los bolsillos y algunos mechones de cabello negro enmarcando su rostro.