hurricane 🜚 james potter ✓

🐍 •.✶˚▍𝟬𝟮𝟭. animagus

También estaba Lily Evans, que ahora se había unido oficialmente a su grupo. La pelirroja siempre se había llevado bien con los otros Gryffindors aparte de James, pero ahora que el ex capitán de quidditch ya no la veía de una manera romántica, fue una sorpresa para todos descubrir cuánto los dos tenían en común.

A decir verdad, Olivia estaba quizás lo más feliz que había estado en mucho tiempo, sus bebés estaban sanos, lo que quedaba de su familia estaba con ella y tenía amigos que la apoyaban y obviamente la cuidaban.

Ya no estaba sola y se dio cuenta de que no era tan malo estar apegada a alguien después de todo.

— Mon amour —James la llamó de nuevo, plantándose en el suelo frente a ella mientras le tomaba la cara con suavidad, obligándola a mirarlo a los ojos color avellana.— ¿Novio y novia eventualmente?

Olivia puso los ojos en blanco de nuevo mientras le apartaba la mano.

—¿Has terminado con tu ensayo? ¿No deberías estar trabajando en eso?

— No estás diciendo que no. —señaló descaradamente— Tienes que decir algo.

—¿Dejarás en paz a la pobre chica, Cornamenta? —dijo Peter mientras la diversión se escuchaba su voz.

—Sí, por favor —le rogó Olivia—. Déjame en paz.

—Oh, déjalo estar —lo defendió Sirius con la cabeza apoyada en el regazo de Kat—. Está enamorado.

— Ustedes son molestos —anunció Lily desde su lugar en el sofá— ¿Por qué salgo con ustedes?

— Cállate, Lils, —responde Kat con una pequeña risa— nos adoras.

— Te odio —le dijo Olivia a James mientras tomaba una vez más su mano que estaba llegando a tocar su mejilla.— Eres un maldito borracho, Potter. No deberías estar bebiendo.

James solo sonrió en respuesta mientras dejaba caer la cabeza sobre su hombro.

El grupo, excepto Olivia, habían decidido tener una mini celebración hace un rato sin ninguna razón aparente que no fuera su deseo por divertirse. Cada uno de ellos tenía al menos un par de vasos de whisky de fuego del alijo personal de Sirius mientras Olivia miraba con un puchero en los labios.

James, como Olivia ya sabía, se emborrachaba bastante fácil, también era extremadamente cariñoso y susceptible cuando estaba borracho, un hecho que Olivia también ya sabía.

—Todavía no has dicho que no. —le dijo de nuevo y Olivia pudo sentirlo sonreír contra el costado de su cuello.

Ella ni siquiera se molestó en intentar apartarlo de nuevo mientras sus manos viajaban hacia su vientre, acariciándolo suavemente.

—Pensé que habíamos hablado de esto.

— ¿Qué hay de marido y mujer? —de repente, James se puso de pie de un salto, como si un niño fuera recompensado por su buen comportamiento. Una sonrisa gigante grabada en su rostro mientras miraba a Olivia con pura fascinación.— Genial, bebé. Deberías casarte conmigo .

Olivia dejó escapar un suspiro, aunque a decir verdad, está bastante divertida con toda la situación.

—James...

— ¿A quién más encontrarás que pueda convertirse en un ciervo? —se jactó haciendo que Olivia frunciera las cejas con confusión.

— ¿Qué?

—Oh Dios. —murmuró Remus con frustración mientras se ponía de pie, listo para detener a su amigo si era necesario.

— Así es. Soy un animago. Espera, te mostraré.