EL SITIO AQUEL

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Llegamos al sitio aquel
con algo de ansiedad y nervios,
nos miramos algo tímidos,
pero seguros de lo que queríamos.

Entramos de la mano,
aun algo asustados,
mirando la puerta del cuarto
y pensando qué había al otro lado.

Ya en el cuarto,
nos miramos,
nos besamos,
aún nerviosos,
algo temerosos...

De una botella de vino
nos apoderamos,
un par de copas chocaron
y por nuestro amor brindamos

Y nos tocamos,
nos acariciamos,
nos besamos,
nos desnudamos...

El cuerpo,
el alma,
se tocaron,
se conectaron...

Y fuimos uno solo,
nos amamos,
nos entregamos,
en el sitio aquel...

El sitio aquel...
Él guardará
de nuestro encuentro,
su gran secreto.

De nuestros cuerpos la pintura
desnudos entrelazándose,
de las caricias de parte y parte...

Allí murió el miedo,
la pena y la razón
y nació la confianza,
la lujuria y la pasión.

Te amé y me amaste,
todo de ti,
ese día me entregaste,
en el sitio aquel...

Más me enamoraste,
con tus dulces versos
que en mi cuello
y mi oído se perdían...

En el sitio aquel,
más me enamoraste,
con esa suave piel,
que todo mi cuerpo sintió...

En el sitio aquel,
más me convencí,
que yo soy para ti,
que tú eres para mí...

Que no eres un capricho,
que te quiero aquí,
conmigo, por siempre,
refugiado sobre mi pecho.

Intento De Poesía FallidaWhere stories live. Discover now