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Abbie.

Ya era tercera vez que mi alarma sonaba, pretendía seguir durmiendo, pero el sonido no terminaba de molestarme, estiré la mano con desagrado y apreté "Detener" sobre la pantalla de mi celular. Regañadientes abrí un ojo, sin poder abrir el otro ya que aún estaba bastante adormilada, no tenía ganas de levantarme para nada, mi cama tibia y las sabanas suaves no ayudaban ni un poco, pero los gritos de mi madre desde la planta baja de casa alteraban la paz que había en mi habitación y me invitaban a salir de ahí para que ya dejara de decirme que llegaría tarde a clases.

Me levante de la cama y me tambalee un poco por lo rápido que lo hice, no les mentiré, vi puntos de colores por todos lados, recorrí el camino hasta la puerta de la habitación tranquilamente, como si no tuviera apuro alguno, me dirigí al baño con la intención de hacer mis necesidades y lavarme la cara para despertar, pero la muy torpe de mi chocó contra la puerta antes de siquiera ver si el baño estaba ocupado, siento un dolor muy fuerte en la frente ya que me había golpeado bastante fuerte y oigo a mi hermana pequeña gritar, ¡OCUPADO!

Volví a mi habitación por mientras que se desocupaba el baño. Hoy era el primer día de clases, nada especial, pero estaba ansiosa y feliz de poder ver a mis amigos nuevamente, eso si nada emocionada de volver a la rutina de ir a clases a diario, las tareas y los exámenes; creo que definitivamente ya no me alegra tanto que sea el primer día de otro año escolar.

Después de que mi hermanita saliera del baño, logre tomar una ducha rápida y arreglarme un poco para no parecer el monstruo que siempre era a primera hora de la mañana. Baje a la cocina donde estaba mi mamá, mi hermana y mi papá.

— Buenos días —dije, no con el mayor entusiasmo del mundo, pero lo suficiente para que todos me devolvieran el saludo con unas sonrisas bastante agradables y reconfortantes.

—Buenos días princesa, ¿Cómo amaneciste? — pregunto dulcemente mi padre.

—Nada mal, no me costó para nada salir de la cama— dije con sarcasmo, a lo que contestó con una mueca burlona repitiendo lo que dije. Me acerque a la pequeña mesa que teníamos dentro de la cocina y con rapidez, devore lo que mi mamá me había servido de desayuno.

En esos escucho unos pasos que venían bajando a toda velocidad por la escalera, era mi hermano corriendo.

—Hola gente — dijo de manera de alegre y un tanto cantadito.

—Hola engendro— dije sonriendo con malicia, y el mirándome con cara de odio; mi padre se levantó de la mesa, y le sacudió un hombro en gesto de saludo.

—Bueno voy tarde al trabajo, nos vemos más tarde— beso a mi hermana pequeña en la cabeza, luego se despidió de mi mamá, paso y choco puños con mi hermano, para finalizar conmigo abrazándome y diciéndome que tuviera un buen día.

—Adiós, que estés bien —dijimos todos y él salió por la puerta.

Mi mamá termino todo lo que estaba haciendo en la cocina, tomo las cosas de Sophie para llevarla a la escuela.

—Niños, ya es hora de que se vayan, o si no llegaran tarde a su primer día, yo llevare a Sophie ahora; hoy trabajaré hasta tarde por lo que después de clases uno de los dos tendrá que ir por ella a la escuela — nos dio un beso a los dos y se fue con la pequeña.

—Okay mamá — dijimos yo y mi hermano al unísono antes de que ella saliera por la puerta principal.

Salimos de la cocina para recoger todo lo que necesitáramos, como es usual peleamos un poco porque cargador de celular era el de quien para después tranquilizarnos y hablar un rato de cualquier cosa antes de irnos. Al salir de casa, a mi hermano lo esperaban sus amigos en auto, me dijo adiós y corrió hacía la dirección en la cual ellos se encontraban.

Me preocupe de cerrar la puerta de entrada y mientras estaba en eso siento que unas manos tapaban mis ojos con el fin de que no supiera quien era la persona que lo estaba haciendo.

—Adivina quién soy— dijo una voz con emoción que se me hacía extremadamente familiar, instintivamente reí ante la situación, esa voz, la podía reconocer en cualquier lugar y momento.

—No lo sé, pero definitivamente es algo espantoso, esa voz es terrible y creo que hueles un poco mal—dije bromeando y con un tono de asco completamente fingido, su voz era de lo más dulce.

—Me siento completamente ofendido ante comentario tan falso—dijo con indignación. Me destapó los ojos y pude presenciar por primera vez en un largo tiempo; no tan largo la verdad exagero un poco las cosas, a la figura de mi mejor amigo.

—Yo no miento, y ahora que puedo verte bien confirmo que estas bien feo y oloroso— le sonreí, y el río por mi comentario, para luego darme un apretado y cálido abrazo.

— ¿De verdad huelo mal? — me pregunto un poco preocupado mientras se olfateaba.

— No para nada estaba jugando contigo — le di un pequeño golpe en el brazo.

—Te extrañe tanto durante el verano— Dijo con una voz tan tierna.

—No exageres Chris, solo te fuiste un par de semanas a la casa de tu abuela, y además hablamos todos los días — solté una pequeña risita, ya que a pesar de que su comentario no me sorprendía, porque yo igual lo extrañe bastante, el hecho de que él me lo digiera me ponía un poco nerviosa.

—No puedes culparme—se alejó y posó sus manos en mis hombros—Fue como no tener a mi hermana pequeña molestándome todo el tiempo — río, le devolví la sonrisa, pero me dejó un gusto amargo que me haya llamado su hermana pequeña, me dejó en la Sister Zone de un segundo a otro—En segundo lugar— continuó— Tu no conoces como es mi abuela; la adoro y todo, pero creo que he subido varios kilos desde que me fui —dijo agarrando su barriga, o la que se "suponía que tenía" —casi que me amarraba a la silla del comedor, para que no me escapara de todas sus comidas, además que estaba lleno de gatos y sabes que tan alérgico soy a ellos— reí ya que era muy cierto lo alérgico que era a los gatos, se le hinchaba la cara y los ojos y parecía un globo, era bastante gracioso verlo así.

Caminamos hacia el auto de Chris para irnos a la escuela, apenas entré, conecté mi celular al Bluetooth de la radio para poner música. En el camino hablamos sobre cosas triviales y así hasta que llegamos a la escuela.

Chris estacionó su auto, nos bajamos y nos dirigimos a la entrada. Al llegar a la entrada escuche un grito, bastante fuerte y agudo, muy reconocible, la voz trataba de llamar nuestra atención diciendo nuestros nombres en voz alta, con Chris nos dimos la vuelta y ahí estaba Gabi, Venía corriendo hacia nosotros, al llegar saltó sobre mí, no paraba de decir lo mucho que me había extrañado durante el verano, y decía muchas otras cosas que la verdad no logre retener ya que hablaba demasiado rápido; quede un poco confundida con tanta información, pero a pesar de eso traté de seguir hablándole de los temas que si recordaba.
 Nos sumergimos tanto en la conversación que se nos había olvidado por completo la presencia de Chris. Él estaba revisando su celular, ya que probablemente se había sentido ignorado durante nuestra charla. Gabi al notarlo ahí se lanzó a sus brazos para luego besarlo, aparté mi vista ya que no me apetecía ver en lo más mínimo y además no soportaba sentir como mi pequeño corazón se estrujaba al verlos juntos. 

Chris me gustaba hace muchos años, podría decirse que desde que éramos muy pequeños. Me di media vuelta sin decir nada, ya que mi intención tampoco era interrumpirlos, después de todo ellos eran novios, no había nada de malo en lo que estaban haciendo. Decidida entre a la escuela con el objetivo de buscar mi nuevo horario de clases y el número de mi casillero. 

Enamorada De Mi Mejor AmigoWhere stories live. Discover now