Ya no se siente especial. Sus noches de estreno han perdido la extravagancia y el glamour. Una vez que termina y es invitado a otra, él se volverá a vestir de forma elegante. Esta noche será un recuerdo, un mero fotograma en la película de esta época.

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La entrada del museo está abarrotada. Reporteros de revistas y de la televisión están alineados detrás de la valla, micrófonos y cámaras son empujadas contra el rostro de Harry cuando pone un pie sobre la alfombra roja. La soledad es su fiel amiga, sin embargo, encuentra consuelo en los flashes de las cámaras. Sonríe ante ellos, se queda parado de forma inquebrantable cuando las miradas de los humanos se quedan fijas sobre sus dientes blancos y afilados.

Desde su ascenso a la fama décadas atrás, el público ha sido muy cauteloso con los de su especie por obvias razones. Los vampiros no son comunes en las ciudades densamente pobladas, la mayoría de ellos optó por mudarse a campos apartados de los suburbios. En los inicios de su carrera, la mayoría de los artículos lo criticaban absurdamente, examinando su pasado y escribiendo ensayos del porque era una amenaza para los ciudadanos.

Parecía que su manager tenía una mano reescribiendo (más que limpiando) su reputación. Ahora, las historias y entrevistas son estrictamente acerca de su trabajo y cualquier próximo proyecto. El año pasado, fue nombrado uno de los solteros más codiciados de California. Sin embargo, algunos reporteros demasiados confiados se siguen inmiscuyendo en su vida privada o le preguntan acerca de su perspectiva sobre eventos históricos con el mismo, "estuviste ahí, deberías de saber más que cualquier otro."

Los guardias de seguridad lo acorralan. No sabe si es para protegerlo a él del público o al revés. Harry los ignora e intercambia saludos corteses con los reporteros y contesta unas cuantas preguntas antes de que un guardia lo obligue a entrar al museo.

En la puerta está parado el director de la galería, un caballero con ojos nerviosos y barba oscura. —Buenas noches, Sr. Styles.— Sacude gentilmente la mano de Harry y habla de los abrumadores números para esta noche. Con gotas de sudor en la línea de su cabello, el hombre hace lo posible para mantener la distancia mientras ambos caminan dentro del museo. Harry se percata de la bufanda blanca que se envuelve de forma ajustada alrededor de su cuello, él se sentiría ofendido si no estuviera acostumbrado a ese comportamiento.

Después de tantos años viviendo entre humanos, ha desarrollado un notable autocontrol que aparece incluso en las situaciones más desagradables. Él no consideraría beber de alguien esta noche. El alcohol o las drogas en sus sistemas le dejarían un sabor putrefacto en la lengua.

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En la oscuridad de su hogar ubicado en el piso más alto de un edificio, Harry bebe mientras las luces de la ciudad brillan. La luz de la luna resplandece sobre las paredes de rayas verdes, blancas y amarillas, su reflejo descansa en el líquido rojo de su copa de cristal.

La pequeña lampara ilumina el diario en sus manos y la pluma se arrastra a través de la página. Él escribe con una persona en la mente y le cuenta acerca de los eventos de esta noche. Es difícil hablarle a alguien y no recibir una respuesta. Por supuesto, Harry puede hacer amigos y llamar a aquellos que tiene para ahogar a la soledad, pero no quiere porque la única persona que desea no está aquí.

"Mis manos te buscan y mis labios le ruegan a un Dios que nunca responde."

Le da otro trago largo a su copa y después se sienta al final de la mesa de caoba.

"Y mi esperanza se está desvaneciendo, pero sé que tengo que esperarte. No puedo dejarte aquí y permitir que vivas solo. Incluso yo no soy tan cruel."

Él nació en la letalidad y está destinado a vagar por la vida sin rumbo fijo. Su propósito es sufrir, afligirse y llevar la fe menguante alrededor de su cuello.

Bajando la mirada hasta su copa de cristal, Harry es recibido por el vacío. La música clásica casi muda tararea, reproduciendo una canción que recuerda haber escuchado en un espectáculo en vivo y ahora, la cantante se ha ido y todo lo que queda de ella es su sonido.

Harry agarra la botella roja, girando el corcho y tomando de su contenido. El líquido baja por las comisuras de su boca, goteando por todo su pecho y manchando su camisa blanca. La bebida carece de la frescura y calidez que conlleva beberla directamente de su origen, pero no es lo peor que ha probado. Por lo menos ya no es 1918.

Es tan modesto como un vampiro puede llegar a ser, él no vaga alrededor de las calles y se aprovecha de las almas desafortunadas. En vez de eso, se encierra a si mismo en su penthouse y bebe sangre rancia libre de cualquier enfermedad. Es cara, pero puede pagarla.

Algunos de los amigos de Harry están bendecidos con voluntarios y le desconcierta como pueden usar a otros tan fácilmente. Cuando él considera beber de alguien, su oscuro pasado se abalanza sobre él con los ojos de sus errores. Piscinas de líquido rojo alrededor de pupilas dilatadas, siempre es rojo.

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 "Hay una soledad tan grande en este mundo que puedes verla en el lento movimiento de las manecillas de un reloj."

Charles Bukowski, the crunch.

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Hereafter (ad infinitum); larry stylinson [bottom!louis] [traducción] Where stories live. Discover now