• c u p i d o ; wos •

• - Q U I N C E - •

Yo
-Ayer tenía ganas
Hoy no me siento muy bien para ir a una joda Tadeo, perdoname-16:14

Depa💕
-Y para ir a la escuela tampoco?
No me contaste porqué faltaste hoy-16:15

Yo
-Tampoco
Me sentía mal, ya te lo dije-16:15

Tadeo tardó algunos minutos en volver a escribir.

Depa💕
- Juli
Distraerte un poquito te va a hacer bien, por eso quiero que vengas
Yo te prometo que vas a estar mejor-16:17

Yo
-no sé-16:18

Depa💕
-Pensalo
Te espero❤️-16:18

Una leve sonrisa salió de mis labios, y apagué el celular rápidamente, dejándolo a mi lado. Quizá Tadeo no estaba tan equivocado en sus palabras, iba a hacerme bien distraerme un poco luego de haber estado todo un día llorando.

Nunca había tenido una pelea con Evelyn que sobrepasara el no convidar una papa frita, como límite. Me parecía fuerte estar en esa situación con ella, no podría soportar verla luego de haberme escapado de esa manera, y aún, sin asimilar toda la confusión que tenía encima mío sobre sus sentimientos y acciones. Pero sabía muy bien que Eve no asistiría a la fiesta del Depa, ya que su pelea con Valentín comenzó por ese trabajo práctico, y por el quilombo que tendría con Karina luego de desaprobar. Podía estar tranquila de que, si yo iba, no la vería entre el tumulto de pibes bailando. No tendría que afrontarla después de lo que había pasado, ya que aún no estaba preparada para eso. Aunque, tampoco sabía cuándo lo estaría...

Finalmente me decidí por asistir. Confiaba en la promesa de Tadeo, de poder estar un poco mejor y no pasarme toda la noche llorando en mi almohada otra vez. Quería darme esa oportunidad, por mi misma y por mi estabilidad emocional.

Al llegar la hora, me dí una ducha rápida y comencé a vestirme con unos shorts viejos de jean, y un top negro con volados. Era una noche calurosa, y sabía que si iba de pantalón largo podría cagarme de calor toda la joda. Cuando terminé de ponerme las zapatillas, salí de mi cuarto y me encontré con la dulce sonrisa de mi mamá.

- Estás hermosa, Juli. - Me dijo y sonreí. Sabía que estaba alegre por verme salir de esa habitación sin tener los ojos hinchados. - ¿Entonces vas a ir?

Asentí con la cabeza y luego solté una pequeña risa por su pregunta. - Por algo me vestí así, ma.

Rodó los ojos y me hizo reír aún más. Ya le había hablado a mi vieja sobre la joda de Tadeo, ya que, antes de que todo el quilombo pasara, estaba muy entusiasmada por ir. Más allá de lo que Valentín me había dicho, iba a pasarla bien porque estaba junto a mí mejor amiga, bailando y tomando. Pero en ese momento, imaginé la voz de Dante diciendo "F".

Después de hacer tiempo con el maquillaje y la planchita del pelo, el remis había llegado. Corrí rápidamente hasta aquel auto con mi mamá al lado, verificando apresuradamente su cartera para estar segura de no olvidarse nada (como el celular o la billetera).

Me sentía nerviosa por ver otra vez a Valentín, y no saber bien que decirle con respecto al tema. Lo mejor que podía hacer era no hablar sobre eso, y limitarme a saludarlo para no quedar mal. En mi cabeza me preparaba miles de opciones para accionar frente a él, pero también rezaba para que no asistiera y me ahorrara ese mal momento.

«Que egoísta sonó eso» Me dije e inmediatamente me vino una sensación culposa.

Aunque no lo admitiera, yo quería ver a ese morocho tan lindo. Estaba enamorada de él, y más allá de todo, me hacía bien tener su presencia.