Hysterical Literature | BSD [Fyolai]

Capítulo único

Hallo Hallo! Esto está escrito para un intercambio navideño. Espero lo disfrutes, Vero ♡

Con total calma su mirada iba y venía de renglón en renglón hasta terminar de leer oraciones, luego párrafos y por último cuartillas enteras. La habitación estaba relativamente silenciosa. Sólo los sonidos mezclados del pasar de las páginas y el de dos respiraciones, una más acompasada que la otra. Cuando no estaba dando vuelta a las hojas, también se unía a la suave sinfonía el sonido de sus dedos entre unos cortos y claros mechones de cabello a modo de caricias.

Fyodor llevaba un buen rato leyendo. La noche anterior había terminado un libro, y justo ahora estaba comenzando uno nuevo, llevando ya un par de páginas. Nikolai comúnmente le diría que su velocidad de lectura era impresionante, y él le respondería que lo que en verdad importaba era poder comprender lo leído en ese corto tiempo. De cualquier manera, seguro recibiría uno o muchos halagos por parte de su compatriota.

En algún punto, este último se quedó dormido, apoyando la cabeza sobre las piernas de Fyodor debido al aburrimiento. No era precisamente cómodo tener un peso extra sobre sus extremidades, pero distaba de molestarle. Aunque quizá eso se debía a que estaba muy concentrado como para preocuparse por que su circulación fuera la correcta.

Con movimientos casi imperceptibles, Gogol buscaba acomodar inconscientemente su cabeza en el regazo de su pareja y encontrar una posición cómoda para su cuerpo entre las mantas, y cuando por fin se quedó quieto, sus rodillas estaban casi pegadas a su pecho. Dostoevsky pensó que verle dormir de forma tan plácida incluso le transmitía ternura.

Decidió devolver su atención a la novela que sostenía con la mano derecha luego de haber dedicado una sonrisa hacia la nada.

De a poco, el sueño fue abandonando el cuerpo de Nikolai, haciéndole retomar la consciencia hasta despertar, pero sin levantar los párpados de inmediato. Aprovechó que desde esa posición la luz blanca no le daba de lleno en los ojos; estos siempre habían sido bastante sensibles ante los estímulos luminosos. Además, Fyodor tampoco lo podía mirar directo a la cara, lo que le haría pensar que seguía en medio de su siesta de la tarde.

En realidad, eso sólo era una suposición errónea. Por supuesto que para el joven de cabello negro era evidente que Nikolai estaba despertando. Para alguien tan observador, hasta el más ligero cambio en el ritmo de cada exhalación o del peso en sus piernas fue notorio.

Incluso sin querer, nada se le podía escapar a un demonio como él, pero lo iba a dejar pasar porque siempre era entretenido ver qué ideas venían a la mente de Gogol.

Como intentando no ser descubierto, Nikolai deslizó muy despacio una de sus manos por la pierna de Fyodor. Las yemas de sus dedos apenas hacían contacto con la tela de los pantalones en un recorrido lento.

Algunos toques los sentía más que otros, cuando eran más intensos inevitablemente sentía también un agradable cosquilleo en la zona baja de su abdomen. Aún así, Fyodor dejó a Nikolai hacer eso por unos cuantos minutos, tan sólo ignorando su tacto.