Daniel Perea, recién licenciado en medicina, proviene de una familia acomodada. Su padre trabaja en la industria maderera y su madre era pediatra pero dejo de trabajar para dedicarse únicamente a sus hijos. Acaba de licenciarse y como buen chico de 25 años se va con sus amigos de universidad a correrse una buena fiesta a base de alcohol, drogas y chicas. -Has visto esa castaña? -Samuel como siempre interrumpiendo mis pensamientos.- Es increíble, y como a ti te gustan. -Me suelta un codazo. -Cállate Samu, te he dicho doscientas veces que dejes de buscarme pareja. Busco con la mirada a la chica, supuestamente increíble, y dios. Escupo de una manera muy poco atractiva el final del Margarita que me estaba tomando. Una chica castaña de escándalo esta en una esquina buscando con la mirada algo con lo que divertirse ya que parece extremadamente aburrida, derrepente sus ojos se posan en mi y no puedo evitar sonreír. Sí hubiera sabido lo que me esperaría, me meto la sonrisa en el culo.