𝐂𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨-ᴛʀᴜᴇɴᴏ[✔️]

Capitulo 34

Bueno chicas, este cap va a ser un tanto extenso, espero que lo disfruten.

MATEO:

"La traición no solo es engañar o quebrantar un código moral, es lastimar, herir y destruir al semejante"

Llego el día, hoy saldríamos ganando o perdiendo todo.

Me había prometido a mi mismo lograr sacar viva a ella de las manos del ruso. Entre Valentín, Manuel y yo no tan solo la sacaríamos de las garras del mafioso, si no que también acabaríamos con ellos. 

En la cena se encontraban los mafiosos y narcotraficantes más enriquecidos y famosos del país. Entre ellos se encontraba Rodolfo, más conocido como "El ruso".

Era uno de los más famosos portadores de droga de todo el país, contaba con más de tres mil clientes cada seis meses, y nunca había sido atrapado por la policía.

Hace dos años, hasta que llegué yo, uno de los chorros más conocidos de todo el continente latinoamericano. Con lo cuál, dos máquinas de vender droga y asaltar negocios se juntaron, pero obviamente entre ambos habían pactos y si no se cumplían o se traicionaban, estos se luchaban hasta acabar en sangre.

En cuanto a Valentín y Manuel, ambos siempre fueron fieles amigos, hijos de padres que conocían a mi difunto padre, el cuál dejó en mis manos todo lo que en su pasado hizo. Y su gran negocio: "Mafia Palacios" o así lo hizo llamar él, cuando un cáncer letal acabo con la vida de mi padre, quedó todo en mi, en mis decisiones y que camino tomaría. Mi madre era una pobre drogadicta enganchada a la cocaína que no tenía en mente que tenía que criar un niño que había traído al mundo. En fin, cuando me hice con el negocio de mi padre, Valentín y Manuel decidieron integrarse en él, en el cuál llevamos trabajando por dos años.

En cuanto a las normas, no hay demasiado que decir, si las incumplías, debías tu vida.

Y aunque fuéramos buenos socios, la confianza es traicionera.

Cuando acabé con uno de sus hombres, la justicia quiso acechar. La carta que me había entregado Valentín, decía lo siguiente:

"Querido Palacios;

Siendo socios desde que tenemos conciencia de los beneficios que nos traería trabajar juntos, y aún así decidiste mandar todo por la borda, sin importar las consecuencias , yo solo te recuerdo que;

Lo que comienza con sangre acaba con sangre."

Maldito.

Si tan solo supiera que hoy acabaría con él y cada uno de sus hombres, se le bajarían esos humos de valiente. Esa cena sería la oportunidad perfecta para poner punto y final a esta disputa.

Acomodo mi corbata y agarro unos de los primeros relojes que mi padre me había entregado.

Patek Philippe.

Lo amarro sobre mi muñeca para salir por la puerta de mi despacho, yo ya estaba preparado ahora faltaba ella.

Mejor dicho, que hermosa se veía ella. Sus curvas resaltaban sobre el costoso vestido de color rojizo. Su pelo marrón oscuro se encontraba en perfectas ondas y sus labios en un rojo oscuro hacían estos deseables. Ella ya estaba esperando por mi.

A grandes zancadas y mucha experiencia al utilizar los tacos, se va acercando hacia a mi.

—Buenas, señor Palacios— pasa su mano por mi pecho, acercándose peligrosamente a mi.

—Si te soy sincero, ese vestido se te ve hermoso— susurro con deseo.— Pero más hermoso se vería destrozado contigo sobre mi cama, ¿no?— la enrollo en mis brazos.