𝐂𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨-ᴛʀᴜᴇɴᴏ[✔️]

Capitulo 24

Antes de comenzar este capítulo quiero aclarar que varias veces algunos personajes secundarios tendrán lugar en algunas capítulos siendo narradores. Así también ustedes podrán entender la trama ya que en esta novela ocurrían varias cosas. Muchas gracias y disfruten<3

MICAELA:

Golpeaba el piso con mi pie inquieta, ya llevaba más de quince minutos esperando, sentada como una estúpida sin respuesta de ningún agente.

Mi amiga acaba de ser secuestrada y nadie hace nada al respecto. Esto es increíble.

—Oiga, perdóneme, pero llevo más de una hora acá sentada sin ninguna miserable respuesta—. Me acerco al mostrador donde aparece una morena hablando por teléfono.

Y pensar que le había dicho que tratara de enamorarlo. Si así fuera ya estuviera colgada del tronco de un árbol. Menos mal que tiene mucha más cabeza que yo.

Ni siquiera sé que es capaz de hacerle ese loco. Tengo demasiado miedo de que le ocurra algo.

—Señorita debe esperar sentada como el resto de personas, cuando sea su turno la llamaremos...—

La mujer me dedica una mirada de molestia. Ya me había levantado a preguntar o quejarme varias veces, pero me rehusaba a que le ocurriera algo.

—Tranquilícese y vaya a por un café—

Ja, vieja estúpida.

—¡Llevo esperando más de una hora como una estúpida, un loco que no se en que idioma hablaba me dejo tirada en medio de la calle y otro maldito desquiciado tiene a mi amiga secuestrada! ¡¿Cómo quiere que esté tranquila señora?!— grito a pleno pulmón ahora sin paciencia.

—Señorita debe mantener la calma o llamaré a los de seguridad...— dice ahora mirando el computador.

—Ojalá nunca pase por lo mismo, porque yo sería la última persona en ayudarla — le doy una mirada de desaprobación y enojo. Pero más enojada estaba yo al saber que no me atendían.

Después de diez minutos los papás de Noa entraron por la puerta con prisa y cuando me encontraron me abrazaron con fuerza. El papá de Noa fue directo al mostrador dando un estruendoso golpe sobre este.

—¡Necesito encontrar a mi hija! ¡¿Me escucha?! ¡Ya!— grita cargado de furia mientras su mujer llora desconsolada. La recepcionista atemorizada comienza a llamar a los de seguridad. Pero este le arrebata el teléfono.

—¡¿Usted no sabe quién diablos soy yo verdad?! ¡¿No sabe que el jefe de este maldito negocio es el hermano de mi esposa?! ¡Como no haga caso la saco a patadas de acá!—

Flashback

—¡suéltame maldito cabrón! ¡Mi amiga! ¡Mi amiga!— gritaba con desesperación golpeando la ventana.

El chico encapuchado no decía nada, tan solo manejaba mientras tarareaba alguna canción. Yo simplemente seguía golpeando la ventana con fuerza mientras intentaba sacar mis manos de las esposas.

Después de un rato el hombre detiene el auto yendo hacia mi puerta, abriéndola y sacándome del vehículo. Ahí me suelta con rapidez sobre una pequeña banca, junto a mis cosas, desatando mis muñecas. Saca algo de su bolsillo y lo extiende sobre mis piernas.

—Toma, te servirá para pagar un taxi y lo siento, emm... tu amiga está en buenas manos, no puedo dar información confidencial— expresa subiéndose a mi auto.

¿Es enserio? ¿De veras estoy escuchando esto?

—Pero... ¡Voy a encontrar a mi amiga y te voy a mandar a la puta cárcel, imbécil!—

Este ignora mis comentarios y se sube en el carro para marchar.

¿Y ahora que hago yo?

Fin del Flashback

—Señorita... Oiga, ¿me escucha?— sacuden una mano frente a mi rostro.

Sacudo mi cabeza mirando al agente que tengo frente a mi.

—Necesito hacerle varias preguntas ¿podrá ayudarnos?— pregunta con serenidad.

Doy una débil sonrisa levantándome de mi asiento. Miro a las dos personas que están a mi lado y me prometo a mi misma que voy a encontrarla. Cueste lo que cueste.

El agente me dirige hacia una pequeña sala y ahí me manda a sentar, el ambiente es tranquilo y yo palmeo la mesa esperando con intranquilidad. Después de un largo rato un agente bastante mayor con una linda sonrisa se sienta frente a mi.

—Bueno... me presento señorita soy el agente Johnson— extiende su mano y yo la tomo.— ¿Esta usted dispuesta a responder todas las preguntas con sinceridad?—

Asiento varias veces.

—Sabe que si miente no podremos llevar a cabo ninguna investigación ¿no?— asiento de vuelta y él mira el papel que carga en su mano.

—¿Cómo fue la situación? Es decir, sabemos que usted estaba presente en el secuestro de su compañera, pero describa como fie y donde...—

Respiré hondo y comencé a soltar todo lo que había ocurrido.

Te voy a traer de vuelta mi querida Noa.

Hola chiqui beibys ah