Frustrado; Ross Lynch

Capítulo 34

Mis ojos se topan con los de ella por unos segundos, haciendo que mi rostro palidezca. Saco la mirada como un maldito cobarde.

No puedo mirarla a los ojos.
Soy un maldito mounstro que está apunto de acabar con toda su vida.
Ella no merece esto.
No tiene la culpa de tener el padre que tiene.

-Riker...

-Ni me digas que te estás arrepintiendo porque ya es necesario tarde.

Las puertas se abren de par en par cuando Robert entra a la sala llena de oficiales de policía y un juez particular.

Robert está rodeado de policías, quienes lo sujetan con fuerza para asegurarse que no se vaya corriendo o intente hacer algo.

Me levanto de donde estoy sentado para tomar algo de aire, me acerco hacia la ventana, pero al mirar abajo toda mi cabeza da vueltas.

La prensa está esperando afuera del edificio en el que estamos. Miles de cámaras y miles de reporteros que están allí con camiones de diferentes canales de televisión que no piensan irse hasta obtener algo de todo lo que está ocurriendo.

Y por supuesto que lo obtendrían a penas finalice toda esta mierda.

-¿Podemos hablar?

Su voz llega a mis oídos.
Haciéndome erizar la piel.
Es ______________.

Tiene los ojos completamente llorosos, y un terrible semblante que se debe a lo que pasó el día de ayer.
La conozco, estuvo llorando toda la noche, y tuvo que levantarse obligada por los oficiales que fueron a su casa a sacar a su familia a las 5 de la mañana.

También lloré toda la noche.
La diferencia entre ella y yo, es que yo realmente me lo merezco.

-¿De qué..

-Por favor.

Suplica.
Con la mirada clavada en mis ojos.

Asiento sin prestarle la atención a los demás, quienes discuten entre sí debido a las ofensas y forcejeo de Robert.

Nos dirigimos hacia la oficina vacía que está al lado de la sala en la que estamos. ____________ entrecierra la puerta una vez que se asegura de que estoy adentro y voltea para observarme.

-¿Qué mierda estás haciendo? ¿Es un tipo de sabotaje para sacar a mi padre del negocio y que tu hermano se quedé con todo?

Comienza a gritar, a la defensiva.
Niego con la cabeza.

Soy incapaz de decirle que su padre mandó a matar a mi padre. Debería, sí.
Pero las palabras no salen de mi boca.

-Maldita sea- tira de su cabello, apretando los dientes- ¡Tú y tu hermano están jodiendo toda nuestra vida!

Exclama.
Sus ojos celestes vuelven a empañarse.
No quiero verla llorar.

Mi corazón late con una fuerza indescriptible, asegurándome de que si es que sigo escuchándola también lloraré.
Jamás debí de enamorarme de ella.
De una jodida adolescente.

-¿Robaste alguna información cuando fuiste a mi casa?

Pregunto.
Niego.
Después de todo, no se trata de eso.

-Ross... responde.

-Tienes que verlo con tus propios ojos.

-Es sabotaje...

Niego.
Bajando la mirada.

-Estoy seguro que lo verás dentro de unos minutos.

-¿De qué me estás hablando?