Capitulo VII

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Frio es lo que siento al momento de abrir mis ojos y ver en el lugar en el que estoy.

La habitación esta solitaria y silenciosa es todo lo que no me gusta.

Cada vez que pestañeo mis ojos duelen eso quiere decir que llore hasta muy tarde.

Los flases de lo que paso ayer llegan a mi mente con una fuerza brutal haciendo que mi corazón se aprete de manera considerable. Quiero llorar, pero las lágrimas no salen y eso significa que estas se han secado.

Siempre he sido una mujer fuerte, valiente y también fría como el polo norte.

Alexander desenterró una Sabrina que pensaba que ya había muerto. Pero nada es lo que parece

Me levanto de la cama encaminada a la salida de la habitación.

Al cerrar la puerta me encuentro con Julieta limpiando una de las tantas pinturas al óleo que tengo

-Buenos días, Julieta-

Esta al escuchar mi saludo repentino suelta el plumero de sus manos haciendo que este caiga al suelo sonoramente.

-Señora Sabrina...- miro el plumero que aun esta en el suelo tirado, esta sigue mi mirada y lo recoge rápidamente - disculpe señora, me asuste al escuchar su voz- dice apresuradamente, sus ojos están mas abiertos de lo normal.

-¿has visto a Alexander esta mañana? - pregunto rígidamente. esta parece ver mi incomodidad y me da una mirada suave

-Si señora lo vi tomar desayuno en la cocina esta mañana antes de subir-

Respiro profundo intentando relajarme - gracias, puedes seguir con lo tuyo nos vemos. -

Camino directamente nuestra habitación carajo hasta esa palabra duele ¿ahora que es nuestro? Soy unas de esas personas que creen que si te traicionan una vez si o si lo volverán hacer otra vez

Me posiciono frente la puerta de madera y jalo de la manilla. Gran error el está en la habitación sentado en la cama. Busco mi orgullo y valor bien dentro de mi hasta que lo encuentro.

Hacemos contacto visual haciendo que este incomoda, luego de un minuto el parece rendirse y rompiendo ese momento

­cierro la pueta y cruzo la habitación hasta llegar a mi armario.

-Hola- dice este con tristeza.

Mientras busco algo en mi armario el dolor se hace presente otra vez. aprete con mis manos una prenda con la intención de que el no se de cuenta lo que está provocando en mi

-lo siento, fue un error-

Arrojo la blusa al suelo con rabia y desilusión.

-¿Quieres saber lo que es un error? - pregunto con voz monótona

Alexander solo se mantiene en silencio y eso solo hace que mi ira crezca de manera descontrolada.

-Un error es lo que yo cometí- golpeo mi pecho dándole a conoces que yo me equivoque.

Me acerco a el de manera peligrosa.

-¿sabes cual fue mi error? Y que ahora me esta saliendo caro ¿quieres saberlo? - a l ver que no dice nada grito

-¡Creer en ti! ¡ese fue mi error! ¡y ahora lo estoy pagando caro porque tengo el maldito corazón roto! - golpeo su pecho con mis puños mientras de lagrimas caen de mis mejillas.

Alexander esta con la cabeza gacha y ya no se que es lo que siento, solo sé que quiero hacerme una cosa pequeña en mi cama y llorar.

El hombre que tanto amo me abraza desde la cintura, y sin previo aviso apega sus labios a los míos. Me besa de forma frenética su lengua intenta abrirse paso entre mis labios y no se lo permito.

Al ver que no correspondí a su cariño se aleja de mí, observándome con precaución.

-Sabrina yo te amo y siempre te lo he dicho. Y no se que hacer para que tu me perdones la cague... si lo sé- dice este observándome a los ojos.

Limpio mi boca con mi mano y este observa el movimiento.

-Lo mas jodido de todo esto es que me engañaste porque no te conté una parte de mí. Si no hubiésemos tenido sexo te habría entendido mejor.

-pero en cambio preferiste ir con ella, espero que el sexo que te dio fuera bueno y duro como te gusta porque desde hoy tu y yo dormimos en piezas separadas- señalo a él y a mi - porque tu y yo ya no tenemos nada de hacer juntos.

-¡Ah! Por cierto, tienes ficha libre para acostarte con quien quieras- me pongo en puntillas y le susurro en su oido -y yo haré lo mismo. - sacando la perra que tenia dormida dentro de mi osadamente llevo mi mano a su entrepierna dándole un muy buen apretón a su pene. Alexander sisea con sus dientes apretados y su amiguito despierta de inmediato mostrando su grandeza.

Aun en puntilla le digo;

-Creo que tienes un problema- mi esposo respira de forma agitada, aun masturbándolo por encima de su pantalón.

Alexander saca mi mano de encima de su miembro con pesar.

-Espero que si vas a estar dispuesta a jugar espero que también lo estés a quemarte amor. -

Lo miro a los ojos con una sonrisa arrogante - ya veremos -

Sin mas me alejo de él dejándolo con una tremenda erección. Camino a la salida le digo.

-Si te apresuras quizás Tamara aun tenga las sabanas calientes para ti hoy.

Salgo de la habitación sintiéndome la mujer mas poderosa del mundo. Si yo llore una noche me encargare de que el lo haga el triple, solo espero no lamentar esta decisión



Oh may ga parte nueva esta se la dedico a mi lecto favorita "Regina_Ortega.

bueno espero que te guste esta parte jijijiji no me mates la historia desde acá en adelante tendra mucho drama

perdonen por no actualizar nunca pero ya encontré mi hilo

me gustaría que me dijeran que días gustaría que actualice y cuantas veces

los quiero a los que aun me leen

leeré sus comentarios

Lazos RotosWhere stories live. Discover now