Esos ojos. 〖TaeTen〗

〖CAPÍTULO V〗(2/2)

—Disculpa a mi amigo — le dije a Jaehyun—. Lo sacamos poco porque no sabe cómo comportarse en sociedad, ¿no es cierto, Jaemin? Vamos, regresa a tu lugar. Es hora de tu medicación. 

Para entonces, todo el mundo nos estaba mirando y Jaehyun rió. 

—Oye, todo bien... ¿No te conozco de algún lado? 

—Eh... sí—dije, sonrojándome profundamente—. Formo parte de Chillaxin. Estuve en algunas reuniones. 

—Ah. Sí. Por supuesto —asintió con un gesto—. De hecho, debemos tener otra pronto. Necesitamos ideas nuevas y originales para los artículos de la próxima edición. 

—Y te vi ayer en el Heath. 

—Cierto —dijo y señaló mi chaqueta. Era la que me había puesto el día anterior—. Me gusta tu estilo. ¿Así que viste a mi grupo? 

Podía ver que él esperaba algún comentario sobre su banda. 

—Sip. Humm... bastante buena. 

—¿Bastante? —rió nuevamente. 

—Sí. Me dio la impresión de que varias canciones sonaban parecidas —una voz en mi cabeza me decía que cerrara la boca. Siempre hago esto cuando hablo con un chico que me gusta. Quiero parecer cool y sueno como si los criticara. Lo que no es igual. 

Jaemin me conoce bien y podía ver que corría peligro de decir algo estúpido. 

—También me has visto a mí. En la agencia inmobiliaria de mi madre —me interrumpió como pudo. 

—Es cierto —asintió Jaehyun, con un movimiento de cabeza. 

—Queda a dos puertas de acá. Delia Reed's, ¿la ubicas? 

—Oh, claro. Mis padres están buscando casa, preferiblemente con un cobertizo o un garaje con aislación de sonido donde yo pueda ensayar —sonrió y Jaemin me miró con cara de "te lo dije"—. Creo que no soportan más mi música. Ni siquiera la consideran bastante buena. 

—No es tan mala— solté y me tapé la boca con la mano—. Creo que mejor me callo. 

—Buena idea —aprobó Jaemin. Volteó hacia Jaehyun—. ¿Lo ves? El que debe tomar la medicación es él, porque no sabe comportarse en público, no yo. 

—Mejor regreso a mi lugar —anuncié y por alguna razón, hice una reverencia. ¿Una reverencia?  Imperceptible, casi.  Un ínfimo movimiento de cabeza. Cuando me senté, Yuta me observaba con la boca abierta. 

—O sea... sí... salió bien —dije—. ¿Dónde están los chicos? 

Señaló a través del ventanal hacia la acera, donde conversaban Taeil, Jeno y Sicheng. 

—Creo que no les gusta la competencia. 

La puerta del bar se abrió una vez más y entraron dos chicas altas, de piernas larguísimas que ubicaron a Jaehyun y se dirigieron hacia él. Una era la chica que había estado a su lado en el Heath, la otra tenía pelo largo, rubio, y se la veía tan distinguida que podría haber salido de las páginas de la revista Tatler. Seguramente tenía algún nombre extranjero. Se movía con aires de superioridad y observó a Jaemin como diciendo "¿Y quién eres tú? ".

Esta vez Jaemin captó cómo eran las cosas. 

—OK. Más tarde —le dijo a Jaehyun. 

—Sí, después —sonrió él. Noté que le agradaba que las chicas lo vieran con admiradores. Dios, es tan transparente, pensé.