Capitulo 1

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—Te digo que no, joder Troy, para tener veintisiete pareces más un crío, ya supéralo —le suelto harta a mi supuesto hermano mayor.

Troy me mira ofendido con la boca abierta, harta me doy la vuelta subiendo a mi cuarto soltando todas las groserías que conozco.

— ¿Pero a ti que te pasa, con esa boca besas a tu novio? —me contesta y volteo a punto de soltarle un golpe.

— Ya entiende que no tengo novio, ¿acaso necesitas que lo deletree? —le cuestiono con sarcasmo— ¡No tengo novio! ¿ya te queda claro? —le grito y él se cruza de brazos a la defensiva.

Llevamos sin exagerar como media hora peleándonos, todo porque es un celoso de mierda que me vio abrazar a mi mejor amigo y ahora se hizo toda una historia de que es mi novio, poco le falta para empezar a organizar boda por un embarazo imaginario.

—Samantha tengo veintisiete años, estoy casado y tengo dos hijos —numera— lo que deja obvio que se diferenciar perfectamente un abrazo amistoso y uno amoroso —responde conteniéndose de gritarme.

—Por dios Troy, era Harry, mi mejor amigo desde que tengo memoria, es como mi hermano y si fuera mi novio ¿qué te importa? , tengo diecisiete, puedo decidir por mí misma lo que es bueno o malo para mi vida, así que ya cierra la boca y déjame en paz —fastidiada entro a mi cuarto cerrándole la puerta en la cara, poniendo seguro por si intenta seguir jodiendo.

Y eso es un día normal en esta casa, pero que se puede esperar, somos seis hijos en total, considerando que ahora no se tienen más de tres y tres son muchos, el caos que hay en mi casa es inhumano y más ahora que dos de mis hermanos mayores ya tienen hijos y una se casará dentro de unos meses, el que dos de ellos ya no vivan aquí no los contiene de venir cada que quieren a molestar, Troy principalmente.

El mayor es Troy junto con su melliza Stacy, con veintisiete años, los dos son de lo más protectores con los cuatro debajo de ellos y ya cuentan con descendencia.

Solo que mientras Troy está casado con el amor de su vida Marie, palabras suyas, no mías; la historia de Stacy es más complicada.

Después esta Regina, tiene veinticuatro, es la enamoradiza de la familia, cantidad de veces la han lastimado, pero eso la hizo más fuerte, sigue tropezando con la misma piedra, pero al fin cumplirá su sueño y se casará en un par de meses con su alma gemela, son mi esperanza de que existe el amor verdadero y que solo hay que esperar.

Lo que nos lleva a Sebastian, con diecinueve años sus relaciones nunca duran más de dos meses y ahora parece que está intentando tener algo con una chica que conoció en Francia si no me equivoco, lo cual me da paz, se merece un amor bonito mi hermano aunque él le huya.

La siguiente soy yo, Samantha y si lo pienso bien, es  donde empieza la mala suerte con el amor, considerando mis hasta ahora dos relaciones fallidas, tengo esperanza que llegue alguien pero cada que llego a la escuela y convivo con los chicos, esas esperanzas fallecen de a poco.

Y por último está la más pequeña, Daniel, la clásica adolescente obsesionada con el artista del momento y que es más posible que le haga caso a una revista de chismes, a que escuche los concejos que cualquiera con experiencia le pueda dar, para esa pequeña lo más importante es moda, estatus y hablar de chicos, pero así quiero a la más pequeña de casi trece años.

Después están mis padres, Reece y Jessi Williams, ellos son todo un caso, son como una pareja de adolescentes enamorados, hay veces que me cuestiono como son los padres con lo infantiles que puedes ser, aunque claro tienen sus formas de criarnos y cuando es necesario son maduros y serios, como sea, no me quejo, soy afortunada de tenerlos como padres.

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