Cap. 2 Misión.

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Castle of Ice
Cap. 2
*Narrador externo*
Mystic Falls, Virginia.

-¿Qué es lo que pasa contigo, Damon? -preguntó Elena al entrar a la mansión Salvatore. La escena que estaba viendo no era totalmente linda, además de ser incómoda. Alice estaba sobre Damon, con sólo su sujetador, y Damon desnudo completamente. Elena se quiso tapar los ojos, pero era muy tarde. Al ver esto, Alice dejó de hacer lo suyo y Damon volteó a ver a Elena, desigualado.
-¿Como de qué es lo que me pasa? Todo aquí está bien. Lo que me pregunto es, ¿qué pasa contigo? Osea, ______ se va de Mystic Falls, después de que prácticamente la corrí, y tú no lo aprovechas para revolcarte con mi hermano sin que te mire feo.
Elena hizo un ademán de furia y agarró un vaso con vodka. Lo aventó hacia donde estaban la pareja de imbéciles y éstos lanzaron un grito de dolor.
Aunque nadie -más que Jeremy, quien no estaba- podía verlo, Thomas decidió aparecerse junto a Elena, y miraba a Alice riendo. Luego la miró con desaprobación. Ella sintió su presencia, y de inmediato habló.
-Ay, Tommy. Voltéate a otro lado, ¿quieres?
Thomas sonrió y le dio la espalda. De nuevo, Alice habló.
-Ya puedes mirar, idiota.
Elena entrecerró los ojos, incrédula. Se dio media vuelta y empezó a caminar hacia la salida. A Damon se le pasó la idea de que Elena jamás regresaría a él, y se odió a sí mismo por haber perdido a dos personas tan rápido. Pensó en _______ y recordó la promesa que le había hecho. Recordó que le dijo que regresaría, pero no sabía cuándo. Podían ser días, meses, años, siglos, incluso, y aún así él esperaría hasta que regresara.
Alice interrumpió sus pensamientos.
-Ten -le arrojó su camiseta-. Vístete, idiota.
-¿A dónde vamos? -preguntó Damon. Alice solo sonrió.
-A buscar a tu amor épico.
*Narra ______*
Voy caminando por la calle de Londres. De vez en cuando veo uno que otro lugareño fumando en alguna banca en el porche de su casa, algunos negocios y otra gente con niños.
Es más aburrido de lo que pensaba, pero bueno, en unos días empieza la escuela. Y qué mejor que una de las más caras y prestigiadas del país.
Entro a una tienda con ropa muy linda, y como ocupo cambios, empiezo a seleccionar la más linda que encuentro. La gente del lugar me mira raro. Un empleado de unos veinte años no me quita la vista de encima y me recuerda al idiota de la otra tienda en el motel.
-Disculpa, ¿puedo ayudar en algo? -escucho una voz detrás de mí. Me giro sobre mis pies e identifico a la dueña de dicha voz. Es una chica bajita, rubia y ojos color gris detrás de unos lentes. Lindo. Asiento- ¿quieres una cesta? al parecer te quieres llevar la tienda -me sonríe. Su voz tan tierna. ¿Cómo podré hipnotizarla si me trata tan bien?
Me da la espalda y camina hacia una pirámide de cestas verdes para colgarse en el brazo. Regresa y me la ofrece. La tomo con recelo y le sonrío, mientras meto toda la ropa que llevo en el brazo al cesto. La empleada me ayuda a cargarlo mientras me habla de lo caras que son las telas y de donde provienen. A final, tengo todo un guardarropa hecho y nuevo. Le agradezco a la empleada y le doy propina de mi cartera. Pago la mitad del precio original gracias a la hipnosis y me voy del lugar.
Me voy pensando en lo dulce que fue conmigo. Y en que la despedirán por dejar que pase con mercancía casi robada. Regreso a mi habitación cansada y cierro la puerta. El algunas semanas volveré a la escuela. Por tercera vez.

*Narrador externo*
Virginia, EUA.
-Cállate, ¿ok? -le ordenó Alice a Damon detrás de él.
-Si nos atrapa, lo hipnotizamos y ya -respondió éste, aún oculto en las sombras. El guardia de seguridad del pasillo tenía conectado un manoslibres al oído, lo que le dio más seguridad a Damon para hablar en voz alta.
-Estamos sólo a tres horas de Mystic Falls, de seguro hay verbena en su sangre -Damon se puso a discutir en un parloteo-. Mira, Damon, si no cierras la boca te arrancaré la lengua -le dijo Alice molesta, y consiguió su propósito.
-Muy bien. Yo lo distraeré, tu vas con la secretaria a pedirle la información.
Damon se retiró del pasillo en el que estaba y cruzó al área del guardia. Éste le apuntó con el arma y Damon puso las manos en alto. Alice aprovechó y salió de su escondite también. Subió las escaleras que daban al tercer piso de las instalaciones de la línea de vuelos en la que estaban. Sabía que _________ debía haber usado esa aerolínea, porque era la única que tenía instalaciones en Virginia.
Entró a la oficina donde había una dama con un traje de color gris detrás de un escritorio. Alice tomó rumbo a la empleada, caminado con paso seguro. La hipnotizó y la hizo buscar a _______ en el sistema, pero no aparecía.
-Maldición -dijo al no ver resultado con su búsqueda-. La muy lista se ha de haber ido en su avión privado.
Se metió a ver los despegamientos ajenos al aeropuerto y pudo encontrar el jet "Sparks".
Le dio click al documento y se abrió en pdf. el acta de vuelo:

Información general:
Nombre: Jet Sparks
Código de nave: 435700
Fecha de registro: 27/08/2008
Propietarios: Grace y Samuel Sparks.
Registro: Aerolínea SanderPort.
•Información reciente:
Fecha de último despegue: 22/12/13
Pasajeros: Srta. Sparks y Piloto.
Código de puerto: 78AC6133BV
Código de Piloto: RR3111FG67
Salida: SanderPort Virginia.
Destino: Italia.

Alice conectó el USB a la computadora y, antes de descargar el archivo, la puerta se abrió dejando ver a un Damon muy apurado. Su respiración subía y bajaba intensamente. Inexplicablemente, a Alice le pareció gracioso.
-¿Qué te pasó, idiota? -preguntó entre risas.
Damon puso los ojos en blanco y entró a la oficina. Se veía cansado. Caminó hacia un escritorio de madera y cristal y lo arrastró por el suelo haciendo un horrible chirrido metálico. Alice se tapó los oídos cual niña porque su sentido auditivo -más desarrollado que el de cualquier humano- no podía resistir un sonido tan agudo.
-Tenemos que apurarnos -respondió Damon, que seguía arrastrando el estruendoso mueble-. Hay un cazador de vampiros. Profesional -recalcó la última palabra. Llegó frente a la puerta y rodeó el escritorio para quedar enfrente de éste, de espaldas a Alice-. Y usa verbena -concluyó con sumo esfuerzo en la voz. Colocó el escritorio contra la puerta y se giró para ver a la chica-. ¿Lo tienes?
-Eso creo -respondió.
-¿Quién es él? -preguntó la empleada, que estaba sentada detrás del escritorio.
-Un amigo -respondió Alice vagamente-. ¿Porqué? ¿Te gusta? -Alzó las cejas.
La empleada sonrió de medio lado. Damon sólo arrugó la cara.
-Descárgalo -le ordenó a Alice, quien simplemente puso los ojos en blanco-. ¡Ahora! -reforzó la voz.
-Muy bien -dio click a la opción "descargar documento" y lo arrastró al USB. Sacó la memoria del puerto y se la arrojó a Damon, quien lo atrapó y se lo llevó al bolsillo de sus jeans, porque Alice vestía un ajustado vestido sin bolsos.
Alice se giró a la empleada, quien yacía mirando a Damon, sonriente. Se agachó para quedar a su nivel y la miró directo a los ojos.
-Muy bien, Coleta -le llamó por su perfecto peinado rubio-, nunca estuvimos aquí. Cuando crucemos esa puerta te vas a olvidar de nuestra existencia -Coleta asintió y sonrió abiertamente.
Alice se incorporó y caminó hacia Damon.
-¿Qué hacemos con nuestro amigo al otro lado? -preguntó.
-Lo matamos -respondió Damon, sonriente-. Ese maldito me encajó una estaca en la mano. Entre los dos podemos con él.
Alice puso los ojos en blanco y empujó el mueble hacia un lado, el cual se calló, haciendo que el cristal estallara en mil pedazos, dejando libre la puerta. Damon la abrió, preparado para enfrentarse al cazador. Vaciló un momento antes de abrirla de par en par. Se preparó y se puso enfrente del marco, con posición de defensa. Pasaron los segundos y seguían sin ser atacados. Cuando Damon bajó la guardia, una flecha salió disparada de enfrente y le rozó el hombro, haciendo que su chaqueta de cuero se rompiera. Damon se tronó el cuello.
-Te voy a cortar en mil pedazos y venderé tus restos para pagar una nueva chaqueta -susurró entre dientes, muy molesto.
De un momento a otro, desapareció por el pasillo de enfrente. Alice no lo podía ver, así que se preocupó un poco. Se escucharon un par de golpes, y Alice temió que Damon ya no regresara. Después se escucharon un par de maldiciones por parte de su amigo y otros golpes más. Alice pudo descifrar algunas de las palabras que venían del pasillo de enfrente, pero no las pudo unir en una oración coherente.
-Tú, maldito hijo de... mi chaqueta... te voy a... eres un... -se escuchaba entre golpes. Después un estruendo indicó que el guardia había caído.
Damon regresó con la mano ensangrentada y una billetera.
-¿Qué traes ahí? -le preguntó Alice.
-Servirá para comprar otra chaqueta -respondió Damon, alzando la cartera de cuero. Alice puso los ojos en blanco.
-Vámonos -dijo.
Caminaron con paso rápido hasta llegar a las escaleras, miraron abajo y se percataron de que había un par de guardias esperándolos.
-¿Qué pasó? ¿escucharon los golpes? -preguntó uno de los dos guardias, el más bajito y regordete. Damon inmediatamente escondió la mano tras su espalda; no quería que vieran la sangre chorrear de ella-. ¿Qué traes ahí, muchacho?
-Me corté la mano -respondió, nervioso, Damon.
El guardia bajito y regordete se giró hacia su compañero y le lanzó una mirada cómplice.
-¿Con qué te cortaste? -preguntó el más alto. Se trata de un guardia moreno y robusto, pero nada a comparación de su amigo.
-Con los pedazos de vidrio que hay. Traté de levantar el mueble de la oficina allá arriba y uno de ellos se insartó en mi mano. Valla a ver.
El guardia bajito le hizo una seña a su amigo y juntos caminaron hacia los chicos. Alice estaba nerviosa y Damon molesto. Pasaron a su lado chocando el hombro de Alice, y se fueron corriendo por el pasillo. Alice golpeó ligeramente a Damon y le hizo un ademán para que se fueran. Éste asintió y bajaron rápidamente las escaleras. Salieron pintando por el corredor hasta llegar a la puerta y caminar por la luz del día.

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