Residuos de Amor

Capítulo 21

Logan:

—Golpes en las costillas, los brazos y las piernas, contusiones en el rostro y la cabeza.. —Cada palabra que sale de la boca del doctor causa un terrible malestar en mí.

Cierro los ojos.

—Ella.. ¿Va a estar bien ahora?

El doctor suspira. —Lo estará, ahora mismo la señora Morrow se encuentra dormida y está siendo supervisada por una enfermera cada cierto tiempo.

Eso me alivia mucho más.

—Y debido a la brutalidad y la violencia que se implementó contra su cuerpo, hay un oficial de policía afuera de su habitación cuando ella se encuentre lista para dar su versión y en su caso, denunciar.

Niega con la cabeza.

—He visto muchos casos como estos, pero ninguno con tanto odio que le lleve a casi desfigurar el rostro de alguien.

¿Desfigurar?

—Pero ella estará bien, usted dijo que está bien. —Repito sin control. —¿Puedo verla?

—Cuando supere cuidados podrá hacerlo.

Asiento con la cabeza.

—Y en todo caso, será mejor si la ve mañana, ella necesita descansar.

Me trago el dolor en mi garganta.—De acuerdo, doctor.

(*)

Me quedo con ella y me sorprende que ni bien avise a Cathy por lo muy unidas que son, todo la orquesta venga al hospital a ver a Ambar.

—¿Qué están haciendo aquí?

—Creimos que necesitabas nuestro apoyo, Davis.

Abro los ojos.

Cathy se me acerca. —¿Cómo esta Ambar?

Trago duro.

—Superara esto. —Digo aunque mi voz tiembla. —Lo hará, seguro que lo superará.

(*)

Finalmente me dejan ir a verla, me dejan estar con ella aunque deba usar una bata de protección del hospital, me siento a su lado y tomo su mano entre las mías mientras mi vista comienza a arder cada vez más.

Dios mío.

"He visto muchos casos como estos, pero ninguno con tanto odio que le lleve a casi desfigurar el rostro de alguien"

Al estar aquí entiendo perfectamente las palabras del médico y siento tanta impotencia dentro de mí, tantas ganas de devolverle cada dolor que sintió Ambar, no solo de esta horrible vez, sino de todas las veces en que se atrevió a levantarle la mano.

Tiene el rostro lleno de moretón, su cara esta hinchada y cuesta un poco aceptar que es ella, ojala no fuera así, pero me basta tocar sus manos para saberlo.

Es mi Ambar.

La mujer que quiero y que han lastimado sin que pudiera hacer nada, sin que pudiera protegerla.

—Ambar..

Siendo dolor en el pecho.

—Mi amor, tienes que despertar, por favor. —Le pido. —Demuestrame lo fuerte que eres, Ambar, lo fuerte que siempre has sido.

Aprieto su mano y la beso.

—Por favor despierta..

Desearía decir que en ese momento lo hizo, pero no, ella siguió inconsciente y yo termine hundiéndome en un mar de lágrimas frente a su cuerpo lastimado.