Somos dueños del silencio.
Ojalá no se pase la vida sin mi toque angelical.
El día despierta en el cielo al primer toque del sol a la tierra, y tus besos no me pertenecen.
Ruego al menos un segundo más
antes de perderte al tiempo correr.
El ahora me nace muchas veces
y el desdichado consuelo se ha marchado ya.
Me he vuelto inmortal al descender a tu corazón del que ya no soy dueño y se ha llenado de gris el imperfecto quisiera.
Conviértete en mi musa o borra mi existencia.
Mírame de lejos o ámame de cerca.
- Christian Daniel
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Escritos de un poeta
PoetryQuiero agradecer a cada uno de ustedes por ser parte de este libro. La inspiración que tengo para escribir es la misma por la que cada uno de ustedes se animan a leer. ~ También quiero agradecer a cada persona desconocida que me dejó ver desde sus o...