Escritos de un poeta

NOWATALL

Mi amor, soy yo otra vez.
Y bajo la luz de mi cielo por si me lo preguntas; no te cambio por nada. Es mejor esperar a vivir, que rendirse y morir. Me lo dijo un ser milagroso que vino a verme esta mañana.

Además, me contó de ti. Que no te ocultas. Que te muestras tal cual eres ante los mortales en este mundo. Que tus alas las guardaste, pero nunca las quitaste de tu vida.

Que no vives por ti, vives para ti. Y eso es más que regalar el tiempo a un sueño incompleto a la vista de toda la gente en la mitad del mundo.

¡Que ocupada se ve la ciudad a las seis de la tarde! Hay que llegar corriendo al castillo para toparme contigo de camino al cielo.

Si supieras que mi tiempo te busca, no me dejarías desaparecer en las líneas que no cuentan cuando nadie las encuentra.
Pero hoy veintitrés de febrero, me uno al destino y seguiré en el camino de los grandes amantes de las doncellas mágicas, aun cuando la que amo, no me haya quitado las dos flechas que lanzó a mi corazón.

- Christian Daniel