My dominant wolf

hasta pronto

Lo mire con la más pura furia en mi mirada, odiaba a ese hombre, odiaba que me tratara como a un objeto, si tan solo tuviese el pico cerrado seria el hombre más perfecto del mundo. Me di la vuelta y comencé a andar en dirección al instituto, no quería volver a mirarlo, sino no podría aguantarme las ganas de cruzarle la cara para que viese que no le tenía miedo ¿pero era cierto?¿no le tenía miedo? Ni yo misma lo sabía, cuando estaba a su lado me sentía como cerca del fuego protegida, caliente pero con miedo a que al hacer cualquier cosa me pudiese quemar. Mientras volvía al comedor tome la determinación de no volverlo a ver más, ya quedaba poco para que mi madre viniese a recogerme y ella y yo tendríamos una charla muy larga ¿hombres lobo?, todavía no acababa de creérmelo pero sus colmillos parecían tan reales y le salieron de repente…

-Daiii, ¿Qué ha pasado?-escuche la voz de Sasha a lo lejos acercándose hasta a mí, me gire y la encontré frente a mí y tras ella más al fondo estaba el, había venido tras de mi sin dejarse escuchar como un vil ladrón

-Nada...yo solo estoy un poco confundida, no sé qué es todo esto yo…

-Tranquila amiga, dentro de poco todo cobrara sentido pero creo que debería ser tu madre quien te explicara todo al fin y al cabo es ella la que te trajo aquí-mientras Sasha me hablaba sentía la vista de Dareck clavada en mí, junto a él estaba ese chico que lo acompañaba el otro día en las escaleras, estaba hablándole con nerviosismo pero el parecía no prestarle mucha atención, yo, le echaba miraditas rápidas para ver que hacía, en ese momento apareció el coche de mi madre

-¡Menos mal, ahí está mi madre!-dije con cara de alivio mirando a Sasha

Me monte lo más rápido que pude en el coche, mi madre me miraba con cara de preocupada –Cariño ¿estás bien?-Dijo con cierto nerviosismo

-Estoy perfectamente bien mama, resulta que hoy ha aparecido un chico en la escuela que dice que es mi lobo, al que yo nunca había visto pero que dice que soy suya, que mi mundo le pertenece y que me encerrara en un castillo si intento escaparme, ah se me olvidaba, y ha lanzado a uno de mis amigos por los aires cuando intentaba decirme algo en el oído, por todo lo demás estoy perfectamente, ¿tienes algo que contarme mama?

-Mi niña…-Dijo con voz descompuesta- yo no quería que te enteraras de esta forma, nunca creí que encontrarías tu pareja, tu padre nunca la encontró y yo pensé que tu…

-Espera, espera ¿has dicho mi padre?, tú nunca hablas de él y ¿Qué pareja? No estoy entendiendo nada

-Es una historia muy larga, iremos a casa y te lo contare todo ¿de acuerdo?

-Está bien-De repente alguien apareció sobre la ventanilla bajada de mi madre

-Señora, solo he venido a decirle con todo el respeto, que he elegido a su hija como mía, ahora ella me pertenece, es mi pareja, por lo que se trasladara a mi casa y vivirá conmigo y mi gente, no quiero que se sienta sola así que si usted quiere también podría venir y espero que no me obliguen a hacerlo por las malas…

-Así que eres tú, solo te pido…

-Dareck

-Solo te pido Dareck que me dejes explicárselo todo mi hija nunca ha oído hablar sobre lobos ni nada de vuestra especie y no se le hará fácil adaptarse, yo nunca creí que ella se emparejaría, si no, le hubiese contado todo mucho antes

-Pero mama ¿Qué estás diciendo? Como puedes dejar que este..-dije mirándolo con odio, miles de calificativos no buenos surcaban mi mente pero su amenazante mirada hizo que ninguno de ellos saliera de mi boca-este señor hable así y decida nuestra vida

-Pequeña te lo contare todo –dijo haciéndole gestos a Dareck para que se apartara y este me miró fijamente con los ojos brillosos, sus grandes y fuertes manos estaban apoyadas con fuerza sobre la puerta, en la que se apoyó para incorporarse

-Nos volveremos a ver pronto Daiana-Dijo con una media sonrisa que me dejo embobada mirándolo mientas mi madre arrancaba el coche y se dirigía a casa