veinticinco.

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3:24 am. Llamada entrante.
¿Hola?
—Hola, ¿hablo con la señorita America Rodríguez?
—Si, ¿quien es?
—Soy el oficial Guerrisi, lamento decirle que su novio sufrió un accidente automovilístico y está en el Hospital Fernández.
—Gracias, ya voy para allá.
El corazón se me salía por la boca, no mi Manu no la puta madre, aparte estaba peleada con el y no quería que quedáramos así. Llame a un uber y me fui lo mas rápido posible. En el viaje le avise a sus padres, ya que me llamaron primero a mi por que era la primera en el registro de llamadas de mi novio(o ex).
Llegue y pregunte en qué piso estaba, corriendo subí y ahí me dijeron que espere, que ya me iban a informar de todo.
Media hora después llegó un doctor.
—¿Usted es la novia de Manuel Vainstein?
—Si doctor, ¿qué le pasa a Manu?
—El está grave, podría no sobrevivir—LA PUTA MADRE—pero estamos haciendo lo posible, perdió mucha sangre y tiene graves lesiones.
—Por favor hagan todo lo posible.
—Si.
Una hora de espera.
Dos horas.
Cinco horas.
Ocho horas.
Salió el doctor.
—Puede pasar a verlo, sigue igual pero ya está consiente.
Entré a verlo, estaba lleno de cables y todo lastimado, mi corazón se rompió en mil pedacitos, pese a todo no podía estar enojada con el, obvio que lo estaba pero no al punto de odiarlo.
—Manu.
—Ami, shh.
—Manu no hables.
—Ami, escúchame—dijo, le costaba bastante respirar— perdóname amor, perdóname por todo, te amo muchísimo.
—Yo también te amo Manu, no me dejes, tenes que ser fuerte amor.
—No puedo Ami, te juro que estoy tratando, pero no puedo.
Manuel empezó a respirar raro, empecé a gritar y a llamar a todos.
—Dale Manu, no me dejes, devolveme el favor.
Amor, te amo muchísimo. Gracias por todo lo que hiciste por mi nunca me...
La máquina empezó a hacer ruidos raros, Manu cerró los ojitos y dejé de escuchar su respiración.
No.
Era todo un sueño.
No podía estar muerto.
Los doctores entraron, lo revisaron y me miraron.
—Lo sentimos mucho.
No.
Es un chiste.
Mi Manuel no.
Horas y horas llorando en el hospital, mi compañero de vida se había ido, no podía asimilar todo, me quería morir, quería desaparecer, se había ido, sin saber qué iba a ser padre. Se había ido, no me había cumplido la promesa, no me había hecho ese último favor.

Presente.
¿Entonces papá hacía free?
—Si amor, y yo lo acompañaba a todas las compes.
—¿Y no lo extrañas?
—No sabes como lo extraño, y me hace mucha falta.
—A mi me hubiera gustado conocerlo.
—Lo vas a hacer, Anxela, y lo vas a abrazar re fuerte.
—¿Promesa mami?
—Promesa.
—¿Y si no puedo sola?
—El te va a hacer ese favor.

Fin.

favores; ReplikWhere stories live. Discover now