Capítulo 24

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Julieta

Voy más de 10 minutos parada enfrente del espejo de mi habitación, mi reflejo es pálido, mi cabello negro recién pintada esta suelto, mi vestido negro, no tan corto ni tan largo, pero de la longitud correcta para la ocasión. Cuando fui de compras con mi madre antes de irme a Colombia ella me escogió este vestido, me acuerdo de sus palabras "toda mujer necesita una vestido negro, sirve para cualquier ocasión" ahora entiendo la ironía en sus palabras. Mi ojos están un poco hinchados, pero no tan mal que hace unos días, estoy tratando de mantener mi compostura, me toca dar unas palabras en memoria de mi madre en el funeral y no puedo verme tan destruida; mi madre siempre me dijo que la presentación es todo, "decía" me recuerdo, y me hace regresar a mi  depresiva realidad.

Mi madre ha muerto y sigo esperando despertarme de esta horrible pesadilla, pero parece que eso nunca va a pasar.

Hay tanto silencio en la casa, si mi madre estuviera aquí estaría para arriba y para abajo, cantando su alabanzas que me vuelven loca y cocinando algo delicioso, pero solo hay silencio, la casa ya no es lo mismo sin ella y ahora daría lo que fuera por volver a escucharla cantar de nuevo. Sostengo en mis manos  con fuerza una carta que escribir anoche con lo que tengo que decir en el funeral, ya ratos tuve que bajar  porque Juancarlos y Ariel me están esperando para irnos , solo que estoy congelada. Quiero quedarme aquí y solo imaginarme por un ratito que mi madre sigue viva en el hospital, y que nada de esto esta pasando. Pero no, ya mi madre ya no volverá a casa y mi corazón se siente que poco a poco se esta muriendo.

Mi sigo viendo a través del espejo y me acuerdo que haces unos días atras estuve enfrente de un espejo alistándome para mi fiesta cumpleaños, fue un día increíble, el ultimo día que la pase con mi madre.

Ahora solo se sienten como recuerdos lejos que pasaron hace un siglo atrás.

Flashback una semana antes

Me encanta mi nuevo color de cabello.

Siempre he sido una castaña con cabello ondulado, pero ahora lo tengo negro, me aplicaron un tratamiento de queratina y ha quedado totalmente lacio. Se siente muy raro tenerlo así, pero quería un nuevo comienzo y que mejor comienzo que darle un nuevo look a mi cabello. Mi madre planeó todo este día en el salón para mi, como un regalo de cumpleaños adelantado, no solo me lavaron, pintaron y cortaron mi cabello, sino también me hicieron un facial, me aplicaron uñas postizas y me hicieron un pedicura. Fue maravilloso, y quería que mi madre estuviera allí contigo y que lo disfrutáramos juntas, pero ella no se sentía muy bien y me dijo que no quería arruinar mi día y que me fuera sin ella. Me sentí horrible dejarla sola toda enferma, y yo estar disfrutando de un día de salón, mi conciencia no me dejaría tranquila, así que decidí por no ir. Pero mi madre no lo acepto, me dijo que tenía que irme porque ella, Juancarlos y Ariel  estaban planeando algo para mi cumpleaños y así que necesitaba que yo me hiciera humo. Me quede muy curiosa por saber que es lo que están planeando, pero me daré cuenta de eso después, Ariel y Juancarlos son fáciles para sacarles información.

Conseguí muchos halagos con mi cambio de look en el hospital, Ariel me dijo que me quedaba muy bonito el color negro y mi madre estaba muy encantada, pero la única persona que estaba entusiasmada que me viera es Juancarlos. Fui a buscarlo donde estaba trabajando para mostrarle mi nuevo look, sus ojos brillaron y se quedo sin aliento al verme tan diferente. No puede dejar de sonrojar, nunca antes me había visto de esa manera, y ahora me esta gustando mucho mas mi nuevo color de cabello.

Los siguientes días pasaron sin incidentes, mi madre seguía estable y pasábamos tiempo juntas como costumbre. Juancarlos y yo hemos estado salíamos a dar un paseo por la tardes solos en el jardín del hospital. Hace unos días mientras caminábamos por el jardín y él agarro mi mano, me sorprendió al principio, pero se sintió tan correcto y especial que yo entrelace mi mano con la suya algo que el no se lo esperaba. No dijimos nada mas por el resto de ese paseo, solo caminamos agarrados de la mano y fue totalmente perfecto. En esta semana hemos hecho tres paseos juntos, muchas veces solo nos sentamos a admirar lo hermoso que es el jardín, tenemos pequeños conversaciones o solo nos quedamos en silencio. Me la paso recostada en su hombro y busco su mano para unirla con la mía, el no dice nada, pero siempre que lo he hecho, de reojo lo he visto sonreír. No hemos hablando de lo que sea que esta pasando entre nosotros, solo estamos disfrutando estos pequeños momentos de afecto románticos entre nosotros.

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