23. Estudio

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(Cambio de narrador)

Me suena el despertador y, a palpas, lo apago. Estoy reventado, llevo diez meses alojándome en Madrid cuando mis pensamientos están en Málaga. Intuyo que Coco no está bien. Me gustaría estar con mi esposa diciéndole que la amo, estar con mi hijo. MI CABEZA ES UNA CATÁSTROFE.

- Pablo, gordo, arriba-. Dice Lolo con entusiasmo entrando a mi habitación y arrancándome las sábanas.

- Tócate los huevos-. Le digo volviéndome a cubrir.

- Va, cabrón, que falta una semana y ya nos vamos a casa-. Concreta.

- No me habéis dejado pegar ojo. Entre Antonio del Haro y tú...-. Reniego frotándome los ojos. -Si al final me tengo que levantar-. Protesto sentándome en el borde de la cama. -Espero que hayáis hecho café. Ya os vale-.

Me meto en la ducha, me pongo un chándal, y salgo al comedor.

- Pablo, llevas un mogollón de ojeras, ¿qué ha pasado?-. pregunta Esperanza cuando me he sentado en la mesa con mi café.

- Entre el insomnio, y estos dos mamarrachos...-. Le digo y les dirijo una mirada cutre a ellos.

- Deberías conciliar más el sueño. Llevas un mes con el insomnio, y eso no puede ser-. Comenta Rafa.

- Si os pusierais en mi piel... pero en este equipo no hay empatía-. Digo.

Sobre el día de hoy, admito que fue una gran jornada. Ha venido Marta Soto a verme lo cual, me alegré mucho, porque es una buena amistad.

SUEÑO. [Pablo Alborán]Where stories live. Discover now