Capitulo - 6 -

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Hola preciosidades, ya estoy aquí... como me temía y cintando a mi querida amiga y escritora Esther Lopez Fernandez se me a hecho algo tarde respecto al horario Español, así que esto es un "Miercujueves"

Primero de todo, gracias por vuestro cariño y por las palabras de animo, sois lo mejor que una persona puede tener en la vida. Os quiero, No olvidéis que hay dos capítulos nuevos así que si quieres mas de esta historia, pasa al siguiente capitulo  :)  Kristina Prieto... hoy mas que nunca, esto es para ti. <3  :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::.

Los zombis de The Walking Dead hacían mejor cara que yo, me senté sobre la taza del baño y miré mi reflejo en un espejo que utilizaba para cuando estaba demasiado vaga como para maquillarme de pie, parecía que acababa de llegar de la guerra o de recoger basura de la calle, genial Paula, si querías darle pena, lo vas a conseguir con creces.

Jodie entró en el baño y se sentó a mis pies, fue lo único que me hizo gracia de toda la situación, eran casi las cinco de la mañana y acababa de terminar de limpiar la terraza, varios vecinos de balcones contiguos me habían llamado la atención por el jaleo que había montado mientras intentaba inútilmente no hacer ruido al mover la mesa y las sillas de exterior, que había olvidado que tenia en una habitación que usaba de almacén en mi piso, en el trayecto de la habitación a mi terraza no había habido problema, el problema vino cuando intenté ponerlas a mi gusto en el balcón, yo no tenia la culpa de que chirriara en el suelo...

Si, estaba claro que eran horas intempestivas y que no era muy normal decorar la terraza a las cuatro de la mañana... pero yo tampoco tenia la culpa de que mi vecino tuviera un palo en el culo y no se lo pudiera sacar, cuando a él le daba por tener insomnio y ponerse la tele a todo volumen no parecía importarle el resto de la humanidad, y creo que se lo hice saber con algún que otro gesto, del cual no me siento demasiado orgullosa, o quizá si... estaba tan cansada que ya no sabia ni lo que pensar.

Jodie y Adien habían estado mirándome con atención toda la noche mientras yo barría, limpiaba, y decoraba mi terraza la cual no había usado jamás... puede que fuera porque encontré dos cucarachas el día que Cristina y yo nos mudamos y después de decidir que esa seria mi habitación. No se me ocurrió pensar que quizá fuera causado por el tiempo que había estado deshabitada la casa, ni siquiera se me ocurrió pensar que habían podido trepar, o incluso que el antiguo inquilino tuviera un criadero (¿que...? la gente esa muy loca). Directamente cerré aquella terraza a cal y canto y me negué en rotundo a inspeccionar demasiado, fumigamos la casa y ni aun así encontré el valor necesario para remover las cosas, si... lo se, no es un titán de cuatro cabezas, pero aquel bichejo inmundo me daba mas miedo que toda una jaulia de zombis, bueno quizá eso no, se que estoy exagerando, a decir verdad me asustan igual.

Pero solo había bastando una breve proposición de Quim, y saber que Nico la había despejado de trastos una tarde la cual se aburría mucho, como para acceder a salir y atreverme a limpiarla. La verdad que había sido una pena haber tenido esa parte de la casa aislada, Cristina siempre me había animado a que la limpiara, pero cuando le pedía que me ayudara huía como una cobarde por si acaso habían titanes o dinosaurios de varias cabezas correteando por allí.

Por suerte para mi, no habían ni rastro de vida de ningún tipo. Después de barrer, limpiar la balaustrada, limpiar los ladrillos de la pared, los cristales de la terraza y lavar el suelo unas siete veces, me puse a decorar. La mesa y las sillas de mimbre, algunas plantas de exterior que tenia en el otro balcón que se encontraba en el salón, y dos o tres tonterías de decoración que tenia por casa, y voalá, parecía una reforma echa por los mismísimos hermanos scott.

Un chico ¿¡¡¡Normal!!!? (YA EN AMAZON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora