Miedo

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Amelia

Debido a la broma de Harry y Daniel, todos los estudiantes de ultimo año fuimos castigados. A cada estudiante se le asigno limpiar un sector del internado y mantenerlo limpio alrededor de un mes, sino cumplíamos con ese deber, todas nuestras materias se verían afectadas. E incluso Sam que se encontraba en Londres ensayando con la academia de ballet se vio afectada. Si un estudiante descuidaba su área, el gran baile seria cancelado y sus notas bajarían.

"Por uno pagan todos" había dicho la directora antes de retirarse del auditorio.

Algunos estudiantes les tocaban vigilar el área de deportes que eran los mas extensos, Sam le asignaron uno de los pisos del edificio femenino, puede sonar como una labor sencilla, aunque en ese piso hay mas de veinte personas y la mayoría son menores de 14 años que les agrada experimentar con bebidas alcohólicas y para no ser atrapadas por la monitora de piso quien en cualquier momento puede entrar a una habitación para verificar el estado, las ocultan en las decoraciones de plantas. Afortunadamente para mí, había sido asignada a mi lugar favorito.

Era un poco solitario, pero nunca faltaban aquellos estudiantes que tiraban cualquier tipo de objeto o basura por esos lares por pereza de botarlo en un contenedor. Con la ayuda de Freddie, había traído un par de cosas para que la vigilancia no fuera tan aburrida. Él se había ofrecido en acompañarme a lo cual negué, ver el anillo en su cuello todavía lograba provocarme una gran tristeza.

Era mejor evitarlo para no lastimar mi pobre corazón. Ya llevaba dos semanas en ese lugar, en ocasiones Samantha se escabullía para acompañarme y alegrarme un poco; según ella, sentía cuando mi corazón se sentía triste y venía a su rescate. A parte de Samantha, la única que la visitaba era Angelica para asegurarse que estuviera haciendo sus labores.

Aunque había algo bueno en esta situación, las clases desde la una a las cinco habían sido canceladas para si los estudiantes pudieran realizar de manera adecuada su labor de limpieza. Lo que me extrañaba fue no haber visto un monto de padres pidiéndole explicaciones a la directora del porque sus adorados hijos debían hacer el servicio de la servidumbre. Había sido una sorpresa.

Recogí las dos ultimas botellas plásticas que había traído el viento y lo metí en la bolsa, estaba agotada. El sector que me había tocado era un poco amplio para solo una persona, era mi lugar favorito del internado por lo alejado y era un escondite seguro de mis compañeros quienes no han molestado durante dos semanas. Un récord.

Suspiro al ver a otro lado del campo, un cumulo de basura era visible. No podía levantarme del cansancio que sentía en el cuerpo, ya había agotado todas mis energías. El no tener energía en el cuerpo era completamente mi culpa, sabia que mi cuerpo estaba dando señales de alarma las cuales he ignorado intencionalmente. De pronto la charla que tuve con mi madre acerca de la alimentación vino a mi mente como un reproche, todo había empeorado el último mes.

Cuando constantemente una palabra es dicha hacia ti, tu cerebro comienza a distorsionar la imagen de ti. No entendía como una palabra lograba hacer tanto daño en una persona; en las vacaciones pasadas, postee una foto junto a Sam en donde se lograba ver unos rodillos en mi abdomen. El ataque comenzó dos semanas después; insultos, comentarios hacia mi cuerpo provocaron algo que nunca había imaginado: provocarme un vomito. No llevaba una cuenta de cuanto tiempo llevaba haciendo eso; cuando estuve en casa por las vacaciones, tuve que ser precavida. Mi mama se preocupo de mi peso e incluso me hizo pesarme en una balanza, se sorprendió cuando vio que bajé cinco kilos y la única excusa que pude sacar fueron los exámenes.

Me prometía a continuar comiendo, era para mi bien. No teníamos el dinero suficiente por si algo me ocurría; no hubo mas comentarios, pero tu mente te lo sigue recordando. Cada vez que te mires en el espejo, una voz te susurrara cada insulto pasado y tu imagen se distorsiona; cada "gordito" en tu cuerpo es un recordatorio. No era difícil dejar la comida, la persona que recogía los platos del comedor nunca notaba de quien era aquel resto de comida. Sin embargo, últimamente Sam ha estado encima mío para vigilarme que coma y lo he hecho, Dios lo he hecho. Aunque en varias ocasiones logro escabullirme de ella y puedo ir al baño.

Como encontrar el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora