Ella
El avión despegó, y empezó la agonía.
No se encontraban en un lugar en concreto, podían tocar el cielo, pero no lo hicieron.
Había una joven inmobil sobre el asiento de ese avión. I un montón de preguntas rodando por su cabeza.
Pasaron las horas, y anunciaron los cinco minutos que faltaban para descender.
El aterrizaje fue peor que el despegue.
Y las lágrimas corrieron solas por su cara, odió volver a ser la niña débil, y en eso iba pensando cuando cayó en las escaleras del avión, casi junto a él.