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Segundo trimestre:
Cuarto mes de embarazo.

— ¡Eijirou! ¡Ven, apurate! —Llamó a su esposo emocionado con ambas manos sobre su vientre. Kirishima no tardó en aparecer, casi tropesandose por el camino, llegó hasta su Omega.

— ¡¿Q-qué sucede?! —El rubio tomó una de las manos del más alto y la puso sobre la pancita.

— ¿Lo sientes?...

El abultado vientre del Omega ya no se podía cubrir con sus prendas de siempre asi que tuvieron que comprar unas más holgadas, pero eso a ninguno de los dos le importaba, el Alfa no esperó y puso la oreja sobre el vientre mientras su mano lo acariciaba, fue entonces que ahí lo sintió.

La primera patadita del bebé.

Tanta fue la emoción que Eijirou casi rompe a llorar de forma varonil al sentir el latir del corazón de ese pequeño ser que todavía no se desarrollaba por completo en el interior de su madre.

— Deberíamos pensar en un nombre. —Sugirió Denki, con un amable y suave tono en su voz mientras acariciaba los cabellos de su esposo.

— Si es chico, entonces se llamará Ryu —Dijo con entusiasmo el pelirrojo, acomodándose para quedar sentado al lado de su Omega—, y si es chica... Bueno... Eso aún no lo he pensado.

— Realmente quieres que sea chico...

— Varón o mujer, yo amaré a mi cachorro igual —habló firme Eijirou, agarrando de la cintura a su esposo pegándolo a su cuerpo—, lo que pasa es que mi intuición de padre Alfa me dice que va a ser varón, jeje.

— Oye, el que lo va a dar a luz soy yo. —Dijo algo cansado el Omega, recargándose sobre su Alfa para tomar una siesta, necesita dormir bastante para prepararse para la ardua tarea de traer un bebé al mundo.

El resto del día Denki se la pasó durmiendo, despertándose a veces para devolver la comida. Eijirou ya estaba acostumbrado a los cambio de apetito y de ánimo en el Omega, pero no podía decir que no se cansa, a pesar de todo él siente que todo eso vale la pena ya que después en la noche, Denki lo deja hacer lo que quiera con él, abrazarlo, besarlo, acariciarlo, tocarlo [( ͡° ͜ʖ ͡°)] y el Alfa no puede estar más agradecido por lo dócil que se a puesto su esposo.

— Denki, hueles muy bien... —halagó medio somnoliento el pelirrojo, olisqueando el dulce aroma a miel de su Omega, éste ronroneo por las caricias que le daba su esposo en la parte baja de su vientre y soltó un pequeño gemidito al sentir sus labios sobre su nuca, besando la perfecta marca que se encontraba ahí.

Al ser Omega, su cuerpo está preparado para recibir a su Alfa incluso en los meses de embarazo, siendo los únicos meses en los que no pueden tener relaciones los tres últimos. La pareja ya se estaba dando harto amor cuando...

— Eijirou...

— ¿Si? —El pelirrojo se hallaba demasiado ocupado tratando de quitarle aquella molesta prenda que tenía puesta el Omega.

— Hazme panqueques...

— Pero Denki, acabas de comer helado hace poco...

— Pero quiero panqueques... ¿Es que acaso no me amas?

— ¡No es eso! Es que yo...

— ¡Si no hay panqueques no hay sexo!

Y como un rayo, Kirishima se fue hacer los benditos panqueques antes de que a Denki se le acabe las ganas de hacer cuchi cuchi.

Tengo entendido que es entre el cuarto y el quinto mes en donde los órganos del bebé se desarrollan y se pueden sentir las pataditas.

Los panqueques son amor, los panqueques son vida.

Y son bien ricos con nutella o con mermelada de frambuesa. Puta ya me dio hambre.

|| ¡Sᴇʀᴇᴍᴏs ᴘᴀᴅʀᴇs! || KɪʀɪKᴀᴍɪ || Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ || CANCELADA ||Where stories live. Discover now