Untitled

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¿No sientes un aire que se cuela en tu cerebro?

Es aquel verdor ya desaparecido de la humanidad.

Siento que mi ardor es demasiado intenso para el resto,

que me desvanezco al pensar en mi sufrimiento infinito

que no debo fumar más de la droga que me ofreciste

cuando éramos. Pequeños.

Y que ese aire, fuerte y estruendoso, me ventile el corazón.

El verdor que echo de menos todos los días al despertar.

Un fuego que congela las lágrimas de felicidad paterna,

consumarse en el cosmos del trágico sentimiento

con droga en los bolsillos para huir, escapar,

de aquí. Vámonos.

El último caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora