¿Cuándo vas a despertar?

Capítulo 5

Ya pasaron dos semanas de que estas en coma, los médicos no ven mejoras pero nadie pierde las esperanzas. Los chicos van y vienen. Muchas veces trataron de que vaya a casa pero no les hago caso. Te prometí que siempre iba a estar al lado tuyo.

Tus papás llamaron, no pueden volver. Están varados en Brasil, Valentino está viendo si puede ir a buscarlos, pero tiene que arreglar su auto y no sabe si eso es posible. Pero si me preguntaran a mí, y puede sonar egoísta, pero no quiero que vuelvan. Se que es horrible, pero se que ellos te van a alejar de mi. No están del todo de acuerdo con nuestra relación. La verdad, tengo miedo que me alejen de vos, y sé que es lo más probable.

-Buenos días Gabi, te traje el desayuno - habló Clara mientras entraba a la habitación- Se que no estás comiendo mucho y eso no esta bueno. Renato te necesita fuerte- comentó mientras dejaba una bandeja con un café, tostadas, y diferentes tipos de galletitas.

Mientras te revisaban, entraron Agustín, Ángela y Gaston. Me sonrieron, pero en sus sonrisas pude notar, la tristeza, el dolor y la pena. Odio que sientan pena por mi, por vos o por cualquiera. No me habia dado cuenta pero Thais estaba detras de ellos, por un segundo me asuste, pensé que iba a actuar de la misma forma que el otro día pero, por suerte, no.

-Gabi,¿cómo estás?- hablo Ángela, mientras me abrazaba. Pude notar como trataba de no llorar, lo que, aunque no quisiera, me destrozaba.- ¿Cómo está el? ¿Que te dicen los médicos? y otra cosa.... ¿HACE CUÁNTO QUE NO TE AFEITAS? ¿QUE NO TE ARREGLAS?- suspiro- Gabi hace ....¿hace cuánto que no dormís bien?

¿Esto es real? Hay alguien que realmente se está preocupando por mi, sonreí. Quién hubiera dicho que tu ex novia se estaría preocupando por mi, por la persona que está completamente enamorada de vos.

Claro que no tuve una respuesta que esperaba, o en realidad si. Creo que si iba a aceptar mi enamoramiento por vos, se lo tendría que demostrar con acciones y no solo palabras, y haberme quedado estas dos semanas a tu lado creo y espero es algo que hablan por si solas.

-No me afeito desde el accidente, es decir dos semanas- sonreí al ver su cara- tranquila que me baño, no te creas que estoy sin bañarme, imaginate el olor que tendría- Agustín la abrazó y me miro con ¿miedo?¿puede ser que estén en algo? Preferí no decir nada. No era algo que realmente me sorprendiera, era lo mismo que con nosotros. Todo el mundo lo sospechaba pero nadie decía nada.

- Nene, tenes que afeitarte YA- exclamó Gastón mientras se acercaba a mi- Tato se quejo todo el tiempo de tu barba- Volví a sonreír, no puedo creer que ellos pudieran cambiar mi ánimo tan rápido- Seguro que vos ya sabes. Pero venía y me decía que aunque vos eras hermoso, de cualquier forma, prefería que no tuvieras barba- miró a su alrededor y rió al ver las miradas de interrogación de todos los demás. Menos la mía, ya sabía la respuesta, pero amaba escuchar esa frase - cita textual de lo que me dijo: "Esta hermoso con esa barba, pero si se la deja tengo menos lugar para besar y no me gusta"

Todos se rieron al escucharlo y más al ver mi enorme sonrisa. Amor te necesito, extraño esos momentos en los que me "defendias" de las burlas de todos y que me besabas y me amabas. ¿Amor cuando vas a despertar?

-Mira, te la hago corta Ga, hoy vas a ir a tu casa, te vas a dar un buen baño y dormis en tu cama- hablo Agustín de una forma amenazadora- no acepto un no por respuesta. Soy capaz de arrastrarte.

-No puedo irme- susurre- ¿Y si pasa algo y no estoy? Le prometí que me iba a quedar a su lado.

-Valentino y yo nos vamos a quedar- me dijo Ángela antes de que volviera a hablar- te prometo que si pasa algo vas a ser el primero al que llame.

Acepte, perdón amor. Esta vez lo lograron, puede que hacerme acordar de que no te agradaba del todo mi barba y aunque me pese y no quiera creerlo, era casi imposible que algo ocurriera en un día, fueran un buen argumento para convencerme de irme. Probablemente te reirías de que por algo tan "tonto" cambiara mi opinión, y no niego ni afirmo que imaginarte riendo fuera de una gran ayuda.

 Solo van a ser un par de horas. Necesito darme un buen baño,  y por supuesto afeitarme. También necesito hablar con mis padres, desde que estas hospitalizado no hablamos mucho y estoy seguro que quieren verme.

Agustín y Gastón me dejaron en casa alrededor de las 3 de la tarde. Nunca me sentí tan solo, como cuando entre en casa. Por eso mismo lo primero que hice fue llamar a mis papas. Llegaron media hora más tarde, por supuesto que tuve que contarles la verdad. Lo tomaron bien, aunque creo que solo fue por mi estado y que no querían amargarme más.

Se quedaron todo el día, mi mamá me mandó a bañar y me obligo a dormir una larga y merecida siesta. Cuando entre a la pieza, todo me recordaba a vos. Me costó mucho dormirme, no encontraba la posición adecuada, me acostumbre a dormir enredado en tus brazos. Decidí usar tu almohada, aún tenía tu olor y aunque todavía la cama se sentía vacía logre dormirme.