Capítulo 1

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Dos años después del ataque el Kyubi se podía sentir de nuevo la tranquilidad y la paz en la Aldea escondida entre las Hojas, o eso es lo que quieren que piensen porque la maldad nunca descansa y eso lo tiene muy claro cierto renegado de la misma.

En la intensa oscuridad de la noche se encontraba escondido Orochimaru quien esperaba el momento adecuado para entrar a uno de los clanes más poderosos de Konoha.

-vaya, sí que tienen seguridad.-pensó.-Lo bueno que nunca me han gustado las cosas fáciles.- susurro formando una mueca de lado.

Segundos después caen dos cuerpos creando un sonido seco, detrás de estos se podría apreciar al causante parado de lado con su mano extendida a la altura de su pecho con una expresión seria.

-así que esa es su debilidad... Hmp y yo que creía que me podría divertir un poco con ustedes.- dijo decepcionado y con falsa tristeza ingresando al recinto por la puerta principal.

En cuanto entro se topó con el inmenso jardín donde a lo lejos se podía distinguir a una mujer de hermosa figura, piel de porcelana, ojos características de su clan y lo que más resaltaba era su cabello largo y lacio que caía en forma de cascada sobre su espalda que era de un negro azulado con destellos celestes quien sostenía de la mano a una infante que se notaba a kilómetros que era su hija pues era idéntica a ella.

No sabe el motivo por el cual se quedó observando aquella escena o mejor dicho no sabía describir como se sentía en esos momentos, tal vez, ¿ansioso? De lo que si estaba muy seguro era que la pequeña no es como los demás niños que ha visto, no, ella tenía algo diferente, lo sentía, lo presentía.

Un tintineo.

Una suave brisa lo golpeo haciéndolo templar como jamás lo había hecho.

Estaba riendo. Con una inocencia y ternura desbordante. Y ahí fue cuando lo entendió estaba en presencia de un ángel. Esos que nunca en su cruel y solitaria vida hubiera imaginado que en realidad existieran y menos ver uno.

Y en la pequeña muestra de felicidad que estaba experimentando la niña, quien miraba a su madre, volteo a donde se encontraba su maligna presencia y lo escaneo con sus ojos grandes y brillantes que podían competir con la misma luna y ganar sin duda, le regalo una sonrisa sincera, llena de agrado como si estuviera feliz de que alguien como el estuviera ahí. Eso lo descoloco y algo en su interior se sintió cálido.

Pero al sentir el chakra de personas aproximándose rompió la burbuja en la que estaba recordando la razón por la que se encontraba en ese lugar.

-Tks.- chasqueo la lengua molesto consigo mismo por distraerse y casi cometer un error por lo que procedió a realizar un sello de manos y decir: -Kai.- Lo que libero un gas por todo el distrito para adormecer a todos lo que ahí habitan.

Volvo a su postura seria y sin ver de nuevo hacia la niña entro a la mansión de la cual ya se tenía aprendido los planos y no tardó mucho en encontrar el despacho en el cual todavía se encontraba el líder del clan ya adormecido recargado en su escritorio.

-Sabía que mi gas era bueno, claro yo mismo lo preare, pero al menos creí que tú lo soportarías más por ser el líder, veo que me equivoque.- dijo entrado a paso lento y comenzando a buscar lo que necesitaba.

Al pasar de la media hora se empezó a irritar ya haba revisado cada estante, cada pergamino y libro pero ninguno contenía lo que estaba buscando, hasta que toma de los estantes un porta retrato donde se podía ver a tres personas; el líder del clan parado de manera orgullosa de brazos cruzados con una mirada dura y seria que podía apostar tenia cierto brillo de alegría a su lado izquierdo la mujer que había visto hace más de media hora atrás con una suave sonrisa y los ojos serrados que se notaba que se encontraba muy feliz y por último en frente de ambos el pequeño cascabel que lo había paralizado –apodo que él le había puesto a la pequeña- con una gran sonrisa viendo al frente.

-al parecer una familia feliz.- dijo de manera neutra pero con cierta molestia en su interior, cuando se disponía a devolver el objeto puedo apreciar que en el lugar donde se encontraba había un interruptor muy bien escondido si no fuera él lo hubieran engañado.

No perdiendo tiempo lo presiono y los estantes se movieron dejando ver un pasadizo que no dudo en ingresar el pasillo estaba alumbrado por antorchas y al final de este estaba un cuarto amplio donde al parecer estaba resguardado los documentos más importantes.

No tardó mucho en encontrar el dichoso pergamino el cual contenía el origen del clan Hyuga, lo ojeo por unos momentos y tomo otros pergaminos y algunos libros que le ayudarían a comprender como se manejan porque si su objetivo era tomar de recipiente a un hyuga y sacar todo el potencial que tenían escondido y claro querían en su poder el Byakugan.

Como ya había terminado su misión rápidamente sello todos los documentos en un pergamino y salió del cuarto secreto para y marcharse. Pero al estar de nuevo en el despacho no se esperaba lo que estaba pasando.

Se quedó parado como estatua con los ojos muy abiertos viendo al frente.

-Padre, madre y todos los del clan se pusieron a dormir... ¿usted también está cansado padre?- el pequeño cascabel estaba moviendo de manera suave a su padre y habido de igual forma con cierto toque de preocupación. Pero eso no le importaba en absoluto si no que ella ¡no se encontraba durmiendo! ¿Que acaso seria inmune? No nadie lo es a excepción el claro, entonces ¿tenía gran resistencia? –Vaya, yo creía que era un ángel, pero cuando cresta será un demonio como kunoichi– se dijo en sus adentros saliendo de su ensoñación cuando iba a dar el primer paso ella lo percibió y volteo hacia el deteniéndolo en el acto.

-¿Usted es amigo de padre?- ladeo un poco su cabeza denotando su confusión.

Entonces a Orochimaru se le prendió el foco. Ella sería su futuro recipiente y él se encargaría de entrenarla adecuadamente para ese entonces.

Caminando hasta llegar a ella se arrodillo a su lado y con una sonrisa amistosa le revolvió con su mano sus cortos cabellos azabaches.

-así es pequeña soy amigo de tu padre.- le dijo con amabilidad y sin quitar su sonrisa.

-¿y que hace aquí señor?- le interrogo

-he venido por ti.- le dijo tomándola de la mejilla.

-¿por mí?- ladeo un poco más su cabecilla y se apuntó con su dedo índice.

-si te ha puesto a mi cargo para entrenarte y así seas la futura líder del clan.- poso su mano en el hombro izquierdo de la niña. –soy Orochimaru. ¿Cuál es tu nombre?-

-me llamo Hinata, es un placer señor Orochimaru.- se inclinó de manera respetuosa, pero cayo inconsciente y de un rápido movimiento Orochimaru la tomo en sus brazos.

-el placer es todo mío Hi-na-ta.-deletreo su nombre para probar como sonaba en sus labios alzando sus comisuras. –es hora de ir a tu nuevo hogar.- volteo a ver a la niña que dormía profundamente en sus brazos quien se miraba muy tierna y dulce.-sí que parece un argel.- pensó para luego desaparecer en la oscuridad de la noche dándose prisa porque pronto amanecería.

La princesa de las serpientesWhere stories live. Discover now