Capítulo 8

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–¿Dónde está ese estúpido? – pregunto a la nada molesto un hombre corpulento de tez bronceada, ojos y cabello negro, vestido de gris y azul opaco.

–Señor, Takuma está muerto, su sello desapareció de los registros. No pudimos encontrar su cuerpo. –Reporto un ninja con respeto arrodillado ante el hombre que parecía tranquilo.

–Ese imbécil lo único que hace es traer problemas. – su voz gruesa llena de indiferencia lleno el lugar. –Manda a alguien a investigar. – Con esa orden el ninja desapareció.

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A kilómetros de distancia se encontraba acampando una pequeña niña, en la entrada de una pequeña cueva estaba sentada, con las piernas cruzadas, las manos en sus rodillas y con los ojos cerrados. Detrás se podía ver su saco de dormir y una fogata a nada de apagarse, sobre esta se encontraba una tetera de aluminio con té tibio.

Rodeada de árboles frondosos y un rio a la lejanía meditaba, escuchando la danza del viento húmedo y las hojas verdes, recibiendo los leves y cálidos rayos del atardecer. Quería afilar su percepción y sentidos al máximo como si fuera un animal en peligro y la adrenalina estuviera en constante desborde.

Abrió los ojos con lentitud después de unas horas de meditación. Para encontrarse a un lado de ella a una serpiente de más de un metro de largo, de un grueso mediano, color amarilla brillante con formas irregulares en blanco. Ya la había sentido, estaba en el bosque y poco a poco se acercó hasta ella.   

La visitante se enrollo a si misma rápidamente al ser observada, dilatando su mirar alargado inundando casi por completo de negro sus ojos.

La pequeña morocha movió levemente su cabeza de lado sonriéndole en el acto de forma amigable

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La pequeña morocha movió levemente su cabeza de lado sonriéndole en el acto de forma amigable. Las serpientes como otros animales son temerosos a los humanos o cualquier otro animal que de la impresión de ser una posible amenaza, son cautelosas y por su físico intimidante las personas siempre se asustan con sus presencias, atacándolas, claro que si esto pasa ellas se intentaran defender. La mayoría de las serpientes son inofensivas si no ere amenazante, ya que claro tienen sus mecanismos  de defensa como el veneno de menor a mayor nivel, sus potentes mordidas o fuerza al estrangular, etc. Esta por ejemplo era una Oropel, bastante común en estos bosques lluviosos, es muy tranquila y la mayor parte del tiempo están enrolladas en las ramas de los arboles donde esperan a sus presas, es una especie venenosa.
Puede que al estar tanto tiempo quita ella solo puedo apreciar una gran fuente de calor disponible, por lo que solo se puso de pie lentamente adentrándose a la cueva, no interfiriendo en su camino y dejando que se marchara.

“Los ojos de esa serpiente… eran parecidos a los de mi padre… ámbar” – pensó feliz.

Se encontraba descansando pero alerta, eran las 8 de la noche cuando el bosque se agito. Despertándose analizo a su alrededor para descubrir el motivo y a lo lejos distinguió una luz rojiza cerca de la aldea donde había estado anteriormente. Aunque estaba lejos de su posición el alboroto de los animales huyendo llego hasta su zona, por lo que el incendio fue provocado y los responsables estaban huyendo en su dirección.

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⏰ Last updated: Jan 13, 2021 ⏰

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La princesa de las serpientesWhere stories live. Discover now