INÚTILRONPA [C e r r a d o]

"Mundo de diversión" [Capítulo 1/제1장]

La mejor manera de iniciar un relato es deseando el final, en mi caso, deseo morir tan fuerte que me tomaré todas mis pastillas al tiempo luego del recorrido, porque de verdad no puedo ni imaginar la idea de vivir con tantos idiotas más de las catorce horas que normalmente lo haría.

Al apenas salir del gimnasio me detuve en donde todos pudiesen verme sin necesidad de acercarse tanto y cerca de poder escapar si es necesario. Mi mano derecha comenzó a señalar las salas audiovisuales a los lados.

— A ambos lados del gimnasio tenemos las salas audiovisuales, generalmente se usan para proyectar películas y dar conferencias. — Mencioné como todo un profesional, y apenas terminar mis palabras todos comenzaron a susurrarse entre ellos.

Madison levantó la mano, estaba muy atenta y despierta, algo animada si podría decir. Yo le di la palabra.

— ¿Podemos ver películas ahí luego? — Preguntó, sonriendo.

— No.

Ella hizo un puchero y frunció levemente el ceño.

— ¿Por qué no?

— Porque la sala de proyección queda en el segundo piso. — Interrumpió Sseol Mi, también estaba atento, y su comentario era acertado.

— ¿Y tú cómo sabes eso? — Reproché molesto, ahora resulta que el señor súper memoria también es súper nerd, y por consiguiente lo sabe todo.

Sseol Mi no dudó un segundo en sacar de uno de sus bolsillos un papel de color azul muy bien doblado, el cual desdoblaba con cuidado, y cada vez que lo hacía se volvía más grande, hasta hacerse un pliego de papel.

— Tengo un mapa de la escuela. — Mencionó con simpleza, yo me molesté.

— Pues en ese caso que Choi les dé el maldito tour. — Alegué, tomé mis cosas y avancé por el pasillo de los trofeos, que es la única manera de salir de aquella zona de gimnasio y fiesta.

Solo caminé hasta la mitad del pasillo de trofeos para cuando el oso de antes rompiese el techo y entrase por ahí, quedando justo en frente mío y me diese un paro cardiaco por el susto, los otros se acercaron con curiosidad mientras murmuraban.

— ¡Oveja! — Me llamó, como si ese fuese mi nombre o alguien me llamase así realmente. — ¡¿Qué crees que haces?!

Bueno, ahora que lo veía bien con su altura divinamente podría hacerme una mamada sin agacharse.

— Me voy a mi habitación. — Respondí secamente, sin mirarlo de frente.

Dio una fuerte pisada en el suelo, molesto, queriendo llamar mi atención, cosa que no acaté porque me seguía pareciendo muy pornográfico como para voltear a verle.

— ¡Te di una orden!

— ¿Y quién eres tú para ordenarme?

— ¡Soy el fabuloso Monokom, el director!

Me quedé en silencio un momento, y finalmente lo encaré.

— El director es mi tío abuelo.

— Era.

Hice una pausa y fruncí el ceño, solté mis maletas y mi cuerpo se tensó instantáneamente, podría pensar cualquier porquería acerca de mi tío, pero familia es familia, y la familia va antes que cualquier mierda que un muñeco inflable de colores se pueda inventar.

— ¿Qué quieres decir con "Era"? — Pregunté intentando mantener mi voz calmada a pesar de demostrar con mi cuerpo que realmente no lo estaba. Mis puños se cerraron y estaba listo para atacarlo, los otros se acercaban más para observar y escuchar.