Capítulo V

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Algo punzante en mi muñeca fue lo que me hizo despertar.

Mis ojos tardaron un poco en adaptarse a la luz, miré el causante de mi malestar, una pequeña aguja atravesaba mi mano, a su vez ésta estaba conectada a una bolsa de lo que parecía suero.

¿Qué es lo que había pasado?

Los recuerdos fueron llegando poco a poco y me coloqué en estado de alerta. Si lo que recordaba era cierto y no sólo producto de algún alucinógeno, él debería aparecer en cualquier momento.

—Me alegra que hayas despertado

Miré con miedo al chico frente a mí e instintivamente me senté y retrocedí todo lo que pude hacia el cabecero.

—Te dije que no debías temerme —dijo en voz baja.

—Es bastante difícil no hacerlo Asriel —le respondí con el ceño fruncido.

—Entiendo, pero… —se sentó a los pies de la cama y sonrió débilmente —, ¿no crees que si hubiera querido hacerte daño… no me hubiera detenido? Tú me deseas, hubiera sido muy fácil matarte. Pero yo no soy así y tú no mereces eso

Observé sus ojos durante un rato, tratando de encontrar la mentira en sus palabras, pero éstos se veían sinceros. Aún así, necesitaba muchas explicaciones, después de todo se supone que los demonios no existen o al menos no deberían convivir entre nosotros.

—Supongamos que te creo. ¿Por qué tú no quieres matarme? ¿Qué te hace diferente al resto?

—No lo sé realmente, tal vez sean los genes de mi madre, pero desde que descubrí lo que soy, sólo consumo energía por necesidad, cuando ya me siento lo suficientemente débil para reprimir mi naturaleza demoníaca

—Tu madre era una bruja ¿no?

Asriel asintió.

—Y tu padre un íncubo, ¿Cómo fuiste engendrado? Es… extraño

—Mi padre se enamoró de mi madre y ella de él, por muy imposible que suene, pero… es difícil tener un hijo de un demonio, era imposible que yo pudiera nacer por mí mismo, así que… mi madre me cedió sus poderes cuando nací, para que pudiera sobrevivir, inevitablemente consumí su energía vital y… la maté

Lo miré incómodo por hacer que me contara esa historia.

—Él cuidó de mí hasta que le fue posible, pero debía de regresar al infierno, así que me dejó al cuidado de mi “tío” quien es un primo lejano de mi madre, él era completamente humano así que me crió como tal, hasta que fue imposible ocultar mi verdadera naturaleza, mi padre vino por mí y me explicó todo, desde entonces tuve que hacer lo que hace mi raza, con la excepción de que no mato a mis víctimas, sólo tomo de ellos lo necesario

Tragué saliva cuando terminó de hablar.

—Por eso… quiero que confíes en mí, no quiero hacerte daño Isaac

—Es difícil, todo esto… es difícil de digerir, dame un tiempo, dámelo y dejaré de temerte, prometo que haré lo posible

—De acuerdo —una ligera sonrisa apareció en su rostro y entonces me permití relajarme.

Procedí entonces a sacarme la aguja, no me agradaban esas cosas.

Me coloqué los zapatos y miré entonces al pelirrojo, quien no se había movido del sitio.

—Debería irme

—Antes de eso… el íncubo que te atacó, probablemente vaya contando que te estoy protegiendo, es casi imposible distinguirnos hasta que ya estamos en pleno acto. Por eso… —se levantó y sacó algo de su bolsillo, no pude evitar encogerme cuando lo tuve cerca.

Your True SelfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora