Capítulo 9: Nuevo anochecer

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En el almacén de entrenamiento, se encontraba el rubio de ojos lilas mirando fijamente unos contenedores que se encontraban en el lugar

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En el almacén de entrenamiento, se encontraba el rubio de ojos lilas mirando fijamente unos contenedores que se encontraban en el lugar. Tronó uno de sus dedos, dejando aparecer sus tentáculos que salían en la mitad de la espalda, dejando escapar unos hilos de sangre en el proceso, pero no le interesaba en lo absoluto aquello.

Con su mente trataba de manejar su Kagune, al principio pensó que era difícil hacerlo pero no, solo era cuestión de práctica y de pensar mucho. Su mente necesitaba darle órdenes al Kagune, y se le había ocurrido algo mejor. Hizo que uno de los tentáculos se enroscara en su brazo derecho, de cierta manera, creó una estructura parecida a una cuchilla grande pero ligera. Movió el brazo rápidamente de arriba hacia abajo, no tendría problemas en el combate cuerpo a cuerpo con aquel nuevo descubrimiento.

¿Ya empezaste con esa mierda?— le pregunta Ayato en una de las esquinas del almacén, con los brazos cruzados y con el ceño fruncido, Aoyama le miró con cierta indiferencia, hasta que dirigió la mirada a la cuchilla que tenía de brazo —será mejor que entrenes tu otro Kagune de mierda, parece que logras dominar fácilmente el Rinkaku— dice en un tono de molestia, antes de retirarse del lugar, no planeaba ayudarle en su entrenamiento, estaba agotado.

El rubio no quiso tomarle tanta importancia, y tampoco le haría caso por el momento, no creía necesario entrenar su Ukaku, quizás le bastaba su Rinkaku por el momento. Con sus otros dos tentáculos restantes, perforó dos contenedores a toda velocidad, solo lo pensó, ni siquiera tuvo que moverse. Luego decidió correr rápidamente hacia los contenedores restantes, y de un solo corte de su brazo derecho, los partió a la mitad, haciendo muchísimo ruido en el proceso.

No le bastaba con destruir contenedores, necesitaba algo más. Necesitaba practicar con alguien, pero no había nadie en el almacén, más que él.

Su Kagune se desintegró en cuestión de segundos, Aoyama no los necesitaba por el momento. Solo comenzó a acercarse a unas pesas que estaban a unos metros lejos de él, sostuvo una de ellas y comenzó a ejercitar ambos brazos, después de todo este tiempo que abandonó la academia y estuvo conviviendo en este ambiente tan hostil, se volvió más fuerte físicamente.

Estaba muy metido en sus pensamientos, había visto las noticias sobre Rize, declarando una "guerra" contra el país. No le sorprendía, la sociedad fue engañada por el mismo gobierno después de todo.

Ya sabía lo que quería, necesitaba pedirle a Uta que arreglará un poco su máscara, y necesitaba ponerse su traje de combate. Por primera vez, saldría solo en la noche a cazar, no podía quedarse más tiempo acompañando a Ayato o estar encerrado en su habitación, su paciencia se había acabado.

Dejó las pesas en el suelo, antes de tomar su chaqueta y colocársela, saliendo del almacén sin mirar atrás. Sus ojos ya no tenían brillo alguno, su sonrisa había desaparecido, ya no quedaba nada de su antiguo yo. La culpa la tenía esa mujer, esa mujer de cabellos lilas y de anteojos, también del gobierno en hacer experimentos en humanos con la villana, ¡no podía confiar en nadie ahora!

Voluntad para Vivir (Boku no Hero Academia)Where stories live. Discover now