Saga Elementos III: Agua

Capítulo 29: Planes y peleas.

KAI

“El Támesis a mis pies, encima del gran puente emblema de la ciudad. Todo era sumamente conocido pero todo parecía diferente. No era un problema de la ciudad sino de mis ojos, ahora era yo quien veía las cosas diferentes.

La cabeza me dolía, era un dolor tan agudo que hacía que pequeñas lágrimas cayeran por mi mejilla. Llevo mi mano hasta la parte de ese agudo dolor, pensando que si generaba la suficiente presión, el dolor desaparecería.

Pero eso estaba lejos de ocurrir, lo que noté en mis manos me dio tanto asco que estuve apunto de vomitar, era viscoso y húmedo, no había hueso y tocaba directamente mi cerebro.

Miré hacia todos los lados, la gente pasaba por mí alrededor pero ninguno parecía notar que me faltaba la mitad de la cabeza. Intenté pedir ayuda pero era invisible, nadie me veía ni nade se giraba para comprobar quien les hablaba.

Hasta que conseguí encontrar a alguien que sí me vio. Era una chica, morena y de aspecto muy sexy. Me era extrañamente familiar, pero la parte de mi cerebro que debía reconocerla parecía estar dañado también.

- Por favor, necesito ir a un hospital – le dije aquella chica que me miraba con suma curiosidad.

- Kai, ¿no lo entiendes? Vas a morir. – ahora la reconocía, era Alexa”

- No, no, no…

Desperté sudando y gritando, me incorporé y lo primero que hice fue echarme las manos a la parte de atrás de mi cabeza. Tenía una pequeña gasa sujeta con esparadrapos, había una herida, pero no era tan grave como en mis sueños.

Ya no estaba en casa, la habitación era grande pero impersonal, algo que dejaba claro que estábamos en un hotel. Pero a pesar de ser un hotel, era enorme, debíamos estar en alguna suite con varias habitaciones.

Me concentré en terminar de despertarme del todo, intenté recordar que era lo último que había pasado, habíamos luchado contra los sombras, habíamos ganado gracias a la ayuda de Dayan, este desapareció y después… Ya no recordaba nada más, ¿qué había pasado después para acabar en una habitación como esta? Era imposible que Eve me hubiese traído hasta aquí ella sola.

Entonces me concentré en oír lo máximo posible, debía averiguar si me habían secuestrado.

- ¿Pero para qué me quiere a mí? – oí que decía Eve. – Estaban dispuestos a matarle y dejarme a mí con vida.

Hablaban de la extraña petición de aquél sombra, ese con pinta de bruto que había dicho que si me mataban, ella viviría más tiempo. Recuerdo que nos pareció raro a ambos y ahora era capaz de hacerme una idea de porque esa extraña petición.

Me levanté y salí de la habitación. Sabiendo que Eve estaba ahí fuera, no tenía ningún temor hacia las personas que debían acompañarla. Eran Ralph y Steeve, los dos tenían las miradas pensativas pero todos se alegraron de verme.

- Vaya, apestas – dijo Steeve nada más verme. – Quiero decir, que tu fragancia es mucho más fuerte que antes, pero mucho más.

Y además apestaba, necesitaba una ducha urgente, pero agradecía que no lo hubiese comentado.

- Creo que sé porque te quieren viva, Eve. – dije mientras me sentaba a su lado.

Estaban en una pequeña mesa redonda en medio de lo que parecía un salón. Me había equivocado, a pesar de que la decoración era impersonal, esto no era un hotel, era una casa.

- Dinos William, ¿por qué crees que la quieren viva? – dijo Ralph con impaciencia.

- Llamadme Kai y no creo que la quieran viva, creo que alguien ha ordenado que debe ser ella quien acabe contigo. – eso último se lo dije a Eve. – Creo que Alexa está detrás de todo esto y que ella quiere matarte con sus propias manos, como una venganza.