5

1K 107 34
                                    

Las cosas estaban tensas entre el par de idiotas. Niall sabía que lo había hecho enojar. El moreno no le había hablado en todo el rato que esperaban afuera de la oficina del director Payne. No usaban sus celulares ni intercambiaban miradas. Simplemente Zayn miraba hacia el pasillo izquierdo mientras que el rubio miraba el derecho. Ambos varones cruzados de brazos, moviéndose rara vez para buscar una mejor posición; algo imposible ya que tenían al otro justo al lado.

Horan bajó la mirada al pañuelo ensangrentado en su mano. Sorbió su nariz al sentir que otro flujo se asomaba, no sabía que decir, hacer, cómo demonios actuar o si debía continuar molestándolo. Echó un vistazo de reojo a su compañero y lo vio comiéndose las uñas sin interés.

—Mira...

—En serio, no quiero escuchar tu voz. —gruñó como perro en alerta. —Cierra el jodido hocico.

Eso lo hizo fruncir el ceño molesto, nadie le daba instrucciones a él. Aunque, sabía que lo merecía. Así que permaneció en silencio los próximos minutos, donde el director al fin los llamó. Entraron sin prisa ni remordimiento de estar ahí nuevamente, se sentaron en los dos únicos asientos que había en la sala y miraron al castaño sin expresión alguna.

—Quisiera saber qué fue ahora. —habló Payne. —Chicos, creí que íbamos progresando.

—Creyó mal. —escupió Zayn a la defensiva. Liam suspiró mientras los miraba.

—Niall, ¿qué te sucedió en la nariz? —preguntó cambiando sus ojos de uno sobre el otro.

—Zaynie me la quebró, otra vez. —dijo encogiéndose de hombros. Malik rodó los ojos al escuchar el apodo.

—¿Alguna razón en especial?

—Director, con todo respeto, creo que nuestros asuntos son personales. —espetó el morocho. —En vez de hablar sobre nuestro odio, deberíamos enfatizar por qué usted solicita que trabajemos juntos en clases.

—Yo pensé que...

—No, pensó re-mal. —alegó. —No quiero verle la cara a este imbécil todos los días, menos trabajar con él, proyectos que involucran trabajos externos fuera del instituto. ¡Esto es ridículo! —casi gritó con odio, estaba alterado.

Niall lo miraba sin decir nada; no había burla, diversión, enojo o algo similar en sus facciones. Sólo estaba calmado. Liam chasqueó sus dientes antes de rascarse su nariz cansado. Maldición, no habían durado ni siquiera una semana.

Luego de unos minutos en un incómodo silencio, Liam volvió a hablar.

—No voy a separarlos. Zayn, entiende que deben empezar a soportarse por el bien de ambos y de este instituto. No puedo pasar por alto el daño que le hacen a este lugar, a los alumnos. Ustedes dos deberían estar desterrados del Instituto Julian Volio Llorente, pero les he dado muchas oportunidades.

—Me vale mierda su Instituto de excelencia, director. —volvió a hablar. —No quiero estar ni un segundo con este este pedazo de idiota.

—Deja de insultar. —regañó comenzando a enojarse. Otro silencio. Los ojos avellanas de Liam miró los orbes del rubio. —¿Algo que quieras decir, Niall?

El nombrado subió sus ojos una vez más. Sorbió su nariz y sonrió unos segundos.

—Creo que puedo sobrellevar a Zayn, es sólo un hombre frustrado con problemas personales, se desquita con usted porque le tiene ira. —Malik lo miró atentamente. —Tenga un poco más de paciencia, si no logramos llevarnos bien, entenderemos cualquier decisión que tome.

Liam alzó las cejas por la manera tan civilizada en la que Niall se acababa de expresar. Zayn negó con la cabeza, entrecerrando los ojos. Sabía que planeaba algo, él siempre lo hacía.

RIVALS Where stories live. Discover now