Capítulo 2

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A la mañana siguiente, luego de haber recuperado un poco de alivio entre mis piernas, me levanto de la cama y camino hacia el armario tomando las prendas necesarias para vestirme.

Al momento que cierro el cajón de la cómoda, Mike viene saliendo del baño con una toalla rodeando su cintura. Se me queda mirando por un rato. Me posiciono frente a él para entrar al baño, pero me bloquea el paso.

―Perdón por eso ―dice señalando las marcas de sus dedos en mi muñeca.

Asintiendo con una débil sonrisa y lo esquivo. Me detiene del brazo y me da un beso en la frente. Le vuelvo a sonreír, pero ahora siento ganas de llorar.  Entro al baño quitándome la ropa interior y me miro al espejo del lavabo. 

Unos círculos morados se encuentran en mi cuello. Se ven indefensos, pero cuando mi dedo se desplaza hacia a ellos, duele demasiado. Me introduzco en la ducha y abro el grifo de la regadera. 

Mi cuerpo se relaja al sentir como el agua va cayendo sobre mi piel. Me lavo el cabello y el resto de mis extremidades. Cuando termino tomo la toalla y la enrollo alrededor de mi cuerpo dejando caer mi cabello húmedo a un lado.

Estoy por salir del cuarto de baño cuando la puerta se abre de forma brusca. Mike se encuentra de pie mirándome enfadado. Me estoy preguntando por qué cuando veo que sostiene mi teléfono en la mano. 

―¿Me puedes explicar que significa esto? ―pregunta y me entrega el celular.

Pongo atención en la pantalla que contiene un mensaje.

Hola Connie, te tengo una noticia, recibí mi titulo de ciencias. ¿Y qué crees? Iré a visitarte. Probablemente estaré en la ciudad en unas horas. Tengo muchas ganas de verte y abrazarte. Nos vemos.

Ryan.

―¿Quién diablos es él? ―cuestiona cuando levanto la vista.

Ryan ha sido mi mejor amigo desde que tengo uso de razón. Siempre me ha apoyado en todo lo necesario. Nuestra amistad se ha basado en respeto y honestidad. Pero dejamos de frecuentarnos cuando le proporcionaron una beca de estudio en una universidad fuera del país.

Así que haber recibido su mensaje diciéndome que estará de regreso me pone muy feliz. Aunque sé que tengo que explicarle a Mike sobre él.

―Es un amigo de la infancia ―digo, dejando el celular en una de las repisas.

―No lo habías mencionado antes.

―Hace tiempo que no lo veo ―digo, encogiéndome de hombros.

―¿Fue tu novio? ―pregunta apoyándose en la pared y mirándome con dureza.

―No, Mike.  Ya te lo dije, es sólo un amigo.

―Eso espero ―me advierte con seriedad.

Ruedo los ojos y salgo del baño, pero entonces me sujeta del brazo, reviviendo el dolor de antiguas heridas.

―Hablo en serio Connie, espero que sea un amigo ―susurra con su voz profunda en mi oído.

Me suelto de su agarre y me desplazo por la habitación. Mike me sigue y se sienta en el borde de la cama. Se dispone a mirarme mientras me cambio. Cuando termino de ponerme la ropa que esta conformado de unos jeans, una blusa ajustada y tacones negros comienzo a cepillar mi cabello en silencio.

Desde el reflejo del espejo logró ver como Mike sigue en la misma posición, mirándome con deseo. Es algo escalofriante y halagador al mismo tiempo, pero aún así continúo peinándome.

Me maquillo rápidamente y luego me hago una coleta. Miro el reloj que se encuentra en la cómoda. Faltan quince minutos para la hora de entrada. Tomo mis cuadernos y lo necesario para la clase y los guardo dentro de la mochila.

Bipolar ✅ [Disponible en Audiolibro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora